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Los Niños Cantores se quedan sin voz

El coro infantil más famoso y viajero del mundo, al borde de la bancarrota por la pandemia, que ha obligado a suspender 113 conciertos con pérdidas de 800.000 euros

Cada cantor de Viena le cuesta a la organización entre 2.500 y 3.000 euros al mes. Viven en el palacio Augarten. EFE

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León

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Quince niños rodean una piscina cubierta, vacía y acordonada. Sus voces cristalinas, altas y sopranos, llenan de magia el insólito lugar, elegido para mantener distante al coronavirus. Ensayan un canto gregoriano, «quizás» para 2021. Pero antes necesitan ayudas públicas para evitar la bancarrota. Son miembros de Los Niños Cantores de Viena, el coro infantil más famoso y más viajero del mundo, cuyo «futuro lamentablemente no pinta muy bien» debido a la pandemia, explica su presidente, Gerald Wirth. Tras una célebre historia de más de medio milenio, el coro, una asociación sin fines de lucro que se financia con sus actuaciones, afronta una situación inédita, pues no actúa desde el pasado 8 de marzo. Y es incierto cuándo volverá a hacerlo: ya se han cancelado 113 conciertos, cifra que aumentará hasta 200 en el resto del año, indica Tina Breckwoldt, cuidadora del archivo del coro, quien afirma que la pandemia es «una catástrofe para todos los organizadores de eventos culturales, pues temen la falta de público y no pueden asumir el riesgo de pagar el alquiler de las salas. Acabamos de cancelar la gira por Estados Unidos de otoño, la de Alemania en diciembre y las siete actuaciones en el prestigioso Festival de Salzburgo».

Así las cosas, España fue el destino de una de las últimas giras de Los Niños Cantores: el pasado febrero actuaron en Marbella, Lleida, Barcelona, Toledo, Alicante, Valencia y Madrid. La pérdida de ingresos asciende a unos 800.000 euros y se estima que habrá subido a dos millones al final del año, lo que puede significar la insolvencia y no poder pagar al personal. El coro y su tradición de formación musical integran la lista del Patrimonio Mundial inmaterial de la Unesco. El presupuesto anual es de 3,2 millones, suma que cubre sueldos, vacunas de los niños en sus viajes y la calefacción de la sede en el Palacio Augarten. Allí está el colegio en el que viven internados los 99 cantores de entre 9 y 14 años. Cada niño le cuesta a la organización entre 2.500 y 3.000 euros al mes.