Carlos Sánchez y las fotos del futuro
El popular profesional de la fotografía se jubila después de tres décadas retratando a toda la sociedad leonesa a través de sus acontecimientos públicos y privados
Uno protagoniza la vida que puede pero también la que los demás ven. Y esta última, si es la de los hijos, es la los buenos ojos que te miran. Por eso, hay un protagonista central, Carlos Sánchez, pero también un hijo que da el paso: «Soy Daniel Sánchez, hijo de Carlos Sánchez Fernández, propietario del estudio de fotografía Carlos Fotografía. El próximo 3 de julio se jubila después de haber dedicado su vida entera a esta profesión y tanto a mí como a mi familia nos gustaría, si es posible, rendirle un pequeño homenaje». Ahí es nada y aquí está: cerrando este periódico y, a sus 66, 32 años de trabajo que hoy llegan al buen puerto de la jubilación.
Los clientes le dicen que siga, porque un fotógrafo de fiar siempre se cotiza al alza. Y, según parece, algunos trabajos rematará. Tal vez también porque muchos de esos clientes le piropean: «Tienes un aspecto tan bueno que tú no estás para jubilarte», y eso le sienta bien a cualquiera.
Es en 1988 cuando nace Carlos Fotografía. Desde entonces, y durante estos más de treinta años ininterrumpidos de profesión, por su objetivo ha visto pasar a miles de universitarios que iban a su estudio para hacerse la orla de fin de carrera, de ahí que muchos le conozcan con el sobrenombre cariñoso de Carlos el de las orlas .
Pero también ha sido testigo fotográfico de muchas parejas leonesas, sumándose luego otros acontecimientos familiares.
En octubre del año 2013, cambió su ubicación a la Avenida Reyes Leoneses 13, y ahora tras 32 años dedicados por entero a su pasión, la fotografía, se jubila y cierra para siempre.
Esta foto fija es así el resumen de una vida laboral de puertas abiertas a la sociedad leonesa. Él retrató a esos universitarios recién licenciados en donde se adivina tanto la incertidumbre como la ilusión por un futuro desconocido. Y luego la vida daría muchas vueltas, pero al pasar por su escaparate pensarán que ahí empezó todo. Porque Carlos Sánchez se ha dedicado a esa fotografía que es pistoletazo de salida.