El coronavirus sólo está en las noticias
El Ministerio de Sanidad, como ya hicieron la Dirección General de Salud Pública de Castilla y León y la OMS, avala que el periódico de papel no contagia el Covid-19
Los periódicos de papel sólo tienen el coronavirus como prioridad informativa. El Ministerio de Sanidad, que nunca ha prohibido que se utilice el periódico en los bares, comparte la misma aclaración de la Organización Mundial de la Salud (OMS). No hay riesgo de contagio. La disponibilidad de la prensa escrita en los establecimientos de restauración también está avalada por la Dirección General de Salud Pública de Castilla y León, que recalca que el peligro de contagio por el uso del periódico es «infinitamente insignificante» por la porosidad del papel, el proceso de producción y la tinta, que ejerce como elemento protector. Lo mismo que dice la OMS, que insiste en que la vía más probable de contagio es la aérea, por la inhalación de gotitas desprendidas por otra persona por la nariz o la boca al toser, hablar o estornudar.
Como en cualquier actividad a la que poco a poco adaptamos los hábitos en la nueva normalidad, la lectura de la prensa de papel también requiere del respeto de medidas higiénicas establecidas por la Castilla y León para mayores garantías, como la desinfección de manos, el uso de las mascarillas y el lavado de manos, protocolos establecidos para todas las actividades sociales y económicas. Los editores y la cadena logística de distribución también ha adoptado las precauciones de seguridad necesarias en las plantas de impresión, el proceso de distribución, los quioscos y las entregas a domicilio.
El bulo extendido del riesgo de contagio con el papel de la prensa viene por la confusión con las medidas adoptadas con los servilleteros y vinagreras. Ninguno de los estudios realizados ha demostrado que el papel de los periódicos sea una fuente de contagio, más bien al contrario. «Atendiendo a las características del papel y las tintas empleadas, los periódicos son elementos poco favorecedores de la transmisión de la enfermedad».
Hasta ahora, ninguna investigación realizada ha podido avalar que haya que renunciar al placer de desayunar con el análisis de las noticias del día.