Una temporada más corta y con escasas novedades
El cierre está fijado para el 31 de julio en los ríos no regulados y tres meses más tarde en los regulados existentes a lo largo y ancho de la provincia
Un pescador en uno de los ríos leoneses en los que la trucha es el pez estrella. FERNANDO OTERO
La temporada de pesca 2020 levantó el telón hace algo más de un mes. Lo hizo en un año atípico con varias fechas de retraso debido a la pandemia del covid-19. Y con pocas novedades respeto a la normativa.
Las directrices que marca la Orden Anual publicada por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente para toda la Comunidad.
Entre las novedades en el segundo de los apartados y en cuanto a la reglamentación la Orden estipula sobre las especies pescables, que serán la trucha, hucho o salmón del Danubio, barbo común, barbo de Graells, barbo colirrojo, boga del Duero, boga de río, madrilla, bordallo, cacho, carpín, gobio, tenca y pisardo siendo precisamente la trucha la estrella.
En lo referido a la gestión y control de las especies exóticas invasoras a normativa para Castilla y León especifica que los ejemplares de estas que pudieran ser capturados durante la acción de pesca no podrán devolverse al agua (esta prohibición queda sin efecto en el caso de la carpa y del blackbass quedando permitida en todas sus modalidades en las masas de agua incluidas en la Orden FYM/339/2019 por la que aprueba la delimitación cartográfica del área ocupada por la arpa, por el black-bass, por el cangrejo rojo o de las marismas el cangrejo señal.
Respecto a las tallas, la Orden especifica que en las aguas de acceso libre tanto trucheras como no trucheras los barbos deben de ser como mínimo de 18 centímetros, las bogas, madrilla, bordallo y cacho de 10 centímetros, el gobio y pisardo de ocho centímetros, la tenca de 15 centímetros.
La normativa también refleja varias excepciones para la provincia de León como en el caso del cierre de la temporada en los rios no regulados se amplía hasta el 31 de agosto en el Curueño desde su nacimiento hasta el límite inferior del coto de Valdepiélago, el río Sil en las aguas embalsadas del embalse de Las Rozas y desde el límite inferior del refugio de pesca del embalse hasta el límite superior del AREC Embalse de Bárcena.
También en el río Cabrera en este caso en todo su curso, el río Tuerto desde el límite inferior del refugio de pesca del embalse de Villameca hasta su desembocadura en el río Órbigo. También en el río Casares y el Bernesga. En las aguas trucheras en parte de los ríos Cea, Esla, Luna Órbigo, Sil y Porma la temporada puede llegar hasta el 15 de octubre.
En cuanto al cangrejo rojo y el cangrejo señal, en la Orden aparecen varias novedades como la de que podrán capturarse, sin cupo ni talla, entre los meses de junio y diciembre. También recoge junto a esta medida, otras como la gestión que debe realizarse sobre las especies exóticas invasoras, las no pescables y las que sí lo son. Establece «medidas de gestión de pesca para el control de especies exóticas invasoras», por ejemplo, que no haya talla mínima ni cupo de capturas y que no se pueda devolver las aguas los ejemplares registrados en el catálogo nacional al respecto.
Todas estas directrices suponen pocos cambios respecto a la Orden de pesca del 2019, algo que sin duda alguna conlleva menos quebraderos de cabeza para los miles de aficionados de la caña y el sedal en la provincia en los muchos cientos de kilómetros de ríos existentes a lo largo y ancho de la geografía leonesa.
Una geografía en la que en los últimos años está ganando terreno y de forma considerable la pesca sin muerte que convive con la de muerte en rios regulados y no regulados. Precisamente en esta temporada se espera que la cifra sea aún mayor que la pasada. Algo que quedará plasmado al final de una campaña que a pesar de que se ha iniciado con retraso debido a condicionantes sanitarios y una pandemia que obligó a posponer la apertura desde finales de marzo a hace algo más de un mes. Respecto a su finalización será el 31 de julio en lo referido a los ríos no regulados mientras que para los regulados la fecha de cierre se irá a tres meses más adelante, ya en octubre.
También hay que señalar que en una temporada atípica como la que se está presentando en este 2020 el tema de solicitud de pases para los cotos está alcanzando en estas fechas su fase importante debido a que en su momento todo quedó aplazado hasta que la temporada tuviera visos de iniciarse. Otro aspecto importante es el referido a las medidas de seguridad e higiene dispuestas por las autoridades sanitarias originadas por la pandemia del coronavirus. Entre ellas destacan el distanciamiento físico y las pautas profilácticas como el uso de mascarilla si no puede mantenerse esa situación de distanciamiento. Todo para una campaña que se desarrolla en la provincia leonesa con cada vez una mayor normalidad y un aumento en el número de pescadores presentes en los ríos tras unas primeras semanas algo irregulares. Una temporada que tanto en los cotos como los Arec y EDS está respondiendo a las pautas y que si el tiempo acompaña puede tener como conclusión unas cifras más que notorias. Eso sí, con la trucha como principal protagonista sin desmerecer a otras especies existentes.