Campañas institucionales contra el arrojo de mascarillas y guantes
A parte de ser un acto incívico, en la mayoría de ciudades españoles estas prácticas están penalizadas con una multa de hasta 3.000 euros. Roma fue una de las primeras ciudades del mundo en impulsar esta medida. La capital italiana aprobó una ordenanza que establece multas de entre 25 y 500 euros a aquellos viandantes que arrojen material infeccioso como guantes o mascarillas al suelo hasta el 31 de julio.
En la ciudad de León, la ordenanza municipal prohíbe el abandono de cualquier residuo en la vía pública, aunque no existe una normativa específica que regule específicamente el arrojo de mascarillas y guantes a las calles. Por su parte, el Ayuntamiento de Burgos sanciona a todos aquellos que tiren al suelo estos objetos con una multa de hasta 600 euros.
Lidera de SEO Birdlife y Ecoembes colaboran con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEM) mediante la iniciativa «Mi pueblo sin basuraleza». En los meses de verano, el repunte de turistas en los pueblos pone a los Ayuntamientos como protagonistas de la prevención. Sus principales tareas buscan la sensibilización, prevención, movilización y actuación para proteger el medio ambiente. En Lidera, consideran positivo las sanciones por el abandono de residuos y que terminan siendo ‘basuraleza’—basura en la naturaleza.
Durante el periodo de aislamiento, la concienciación sobre la protección medioambiental aumentó debido a «la puesta en valor de la naturaleza como vía de reparación para la salud mental y física», según fuentes del proyecto Lidera. De hecho, la coordinadora del proyecto afirma que en tres años de trabajo, la sensibilización en España aumentó cinco puntos (47%). Estos datos son muy positivos debido al nuevo desafío medioambiental que trajo la crisis, aunque no es suficiente.