Guardianes de la fe en Tierra Santa

La Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén es una organización cristiana que lleva más de mil años al servicio de la Iglesia. Desde el siglo XX, se dedica a mantener la presencia cristiana en Tierra Santa, un territorio geográfico que comprende todos los sitios en los cuales se desarrollaron escenas bíblicas tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento y actualmente se compone de países como Israel, Jordania y Palestina.

Esta orden fue fundada por Godofredo de Bouillón en 1098 durante la Primera Cruzada con la misión de defender por las armas el Templo del Sepulcro de Cristo del ataque de los infieles. Posteriormente, su misión fue defender a los peregrinos que marchaban al Santo Sepulcro.

No obstante, con la publicación de las Letras Apostólicas Cum multa sapienter , del papa Pío IX, en 1868 se le encomendó proteger y sostener económicamente al ‘Patriarcado Latino de Jerusalén’. Asimismo, el papa León XIII anexionó a los caballeros sepulcristas a la Santa Sede y de este modo, ratificó así su doble carácter de Orden ecuestre y pontificia y se aseguró para él y sus sucesores el ‘Gran Maestrazgo de la Orden’.

Actualmente, la Orden de Caballería está bajo el manto de protección de la Santa Sede y es dirigida por el cardenal de la Curia Romana Fernando Filoni, conocido como Gran Maestre. Su obra social en Tierra Santa busca preservar la cristiandad en el territorio. Esta zona, especialmente conflictiva, lleva siglos siendo disputada por las tres religiones monoteístas principales: el cristianismo, el judaísmo y el islam. En Jerusalén, el 20% de la población era cristiana al finalizar la II Guerra Mundial, siendo el resto de habitantes de la tres veces Ciudad Santa mayoritariamente musulmanes y una pequeña cantidad de judíos. Sin embargo, el informe del Instituto de Investigación de Jerusalén sobre políticas israelíes señaló que en 2017 el 1,7 % de los habitantes de Jerusalén eran cristianos. Esto significa que cerca del 90% de los cristianos fueron desplazados por las políticas del gobierno israelí.

Labor social

Debido a la complicada situación en el territorio, la Orden tiene como principal finalidad facilitar la vida de los habitantes de Tierra Santa y hacer sus condiciones de vida «menos penosas».

Fernando de Arvizu, coordinador de la delegación de la Orden en León, explica que «la situación de los cristianos de la zona es muy difícil debido al sometimiento de la pinza de judíos y musulmanes».

«El gobierno de Israel está llevando a cabo una política de limpieza étnica, por lo que cada vez más cristianos se ven obligados a marchar», alerta De Arvizu.

Colegio financiado por la Orden en Tierra Santa. DL

En la zona, el ‘Patriarca Latino de Jerusalén’ es el encargado junto al Gran Maestre de Roma de coordinar la labor social del territorio. Anualmente, ambos eclesiásticos se reúnen para debatir y aprobar los proyectos de las diferentes ‘Lugartenencias’. En España existen dos Lugartenencias: la Lugartenencia de Oriente, formada por Baleares, Valencia y Cataluña, y la Lugartenencia de Occidente, formada por e resto de regiones del país. En la provincia leonesa, se erige una delegación formada por 8 miembros, de ellos tres son eclesiásticos y el resto cristianos practicantes.

La organización obtiene su financiación de las cuotas trimestrales de los socios, los eventos de gala, la recaudación personal de los miembros, los sorteos y las peticiones de fondos. El pasado año la Lugartenencia de España Occidental recaudó casi 50.000 euros, según cuenta el coordinador leonés.

Algunos de los proyectos llevados a cabo por la Orden gracias a las aportaciones de todas las Lugartenencias son la Universidad de Belén— financiada por la Orden— hogares para jubilados o guarderías. Recientemente, la Lugartenencia española Occidental puso en marcha una escuela de capacitación agraria con una fondo de más de 100.000 euros anuales.

Detalle del hábito de los caballeros. DL

¿Cómo surge el conflicto?

Para comprender el conflicto prolongado durante siglos en Jerusalén, hay que comprender cómo se estructura la ciudad y su propia historia. Este lugar es venerada por todas las religiones y además, cuenta con templos muy destacados para las tres confesiones.

Jerusalén — conocida en árabe como ‘al-Quds’ y en hebreo como ‘Yerushalayim’ — es una de las ciudades más antiguas del mundo y cuya historia, compartida por el cristianismo, judaísmo e islam, se compone de conquistas, destrucciones y disputas. Todas las crónicas religiosas de estas confesiones coinciden en la reverencia a la Tierra Sagrada.

El corazón de la ciudad lo compone la ‘Ciudad Vieja’, un entramado de callejones y templos históricos repartidos en cuatro barrios: el cristiano, el musulmán, el judío y el armenio cristiano. Cada una de las zonas representa a su población.

Los tres lugares principales de las religiones son el Santo Sepulcro — templo que da nombre a la Orden tratada y lugar de culto para el cristianismo — , la Mezquita de Al-Aqsa con el santuario de la Cúpula de la Rosa — el tercer lugar más sagrado para los musulmanes — y el Muro de las Lamentaciones con un fragmento del muro de contención del Monte del Templo y el templo ‘Sancto sanctórum’ — recinto más importante para los judíos.

Sin embargo, la situación para los cristianos fue complicándose después de la creación del Estado de Israel en 1947 y especialmente, después de la Segunda Guerra Mundial y las políticas expansivas de los sucesivos gobiernos.

La ocupación israelí del territorio palestino condujo a una ola de emigración cristiana debido a los obstáculos, expropiaciones y penurias que sufría el pueblo cristiano.

Hoy en día, las limitaciones actuales, los arrestos y la confiscación de tierras suponen un verdadero desafío diario para los habitantes de la zona. Por ello, una gran parte de estos decidió emprender su marcha para encontrar refugio hacia Europa, Estados Unidos y Canadá.

Misión actual de la Orden

Hoy, en el territorio conjunto de Jordania, Israel y Palestina, quedan cerca de 240.000 cristianos, de un total de trece millones de habitantes. En Israel y Palestina, hay 130.000 cristianos de un conjunto de 7.200.000 habitantes.

Aunque la situación es tediosa, el soporte de la Orden del Santo Sepulcro, con 192 establecimientos educativos en el territorio y otras aportaciones económicas, está siendo clave para el mantenimiento y supervivencia de sus habitantes cristianos. Recientemente, en el mes de abril, el Gran Magisterio de la Orden coordinado con las Lugartenencias del mundo crearon un Fondo de Ayuda Humanitaria por el covid-19, destinado a la ayuda humanitaria y asistencia médica en todos los territorios de Tierra Santa.

La Orden de los Caballeros del Santo Sepulcro en su labor humanitaria y con más de 1.000 años de vida luchan por controlar una diáspora de cristianos, sumergida en un difícil proceso de revestimiento. Estos caballeros llevan siglos salvaguardando los lugares Santos de ser convertidos en emplazamientos vacíos, sin testimonio de devoción y de fe.