Adiós al tabaco en Galicia para evitar contagios
Galicia se ha convertido en la primera comunidad en implantar la prohibición de fumar cuando, por tener personas próximas, no se pueda garantizar la preceptiva distancia de seguridad de dos metros, una medida justificada por el objetivo de evitar contagios de la pandemia de coronavirus.
Desde la madrugada de este jueves, los gallegos que se sientan en una terraza de un bar o caminan por la calle solo pueden quitarse la mascarilla y encender un cigarro cuando estén solos .
Muchas son las medidas que han discurrido los gobiernos autonómicos desde el fin del estado de alarma para evitar la propagación del virus ante la aparición de brotes que llevaron a las autoridades a limitar la movilidad a principios de julio en la comarca lucense de A Mariña y a clausurar recientemente los locales de ocio nocturno en A Coruña.
Sin embargo, la prohibición de consumir tabaco y cigarros electrónicos en la vía pública es la más novedosa y ha abierto el debate, pues algunos lo ven como un nuevo mazazo a la hostelería o un despojo de libertades , mientras las asociaciones de no fumadores piden su extensión al resto del territorio estatal.
La norma impuesta por la Xunta se ampara en que el acto de fumar y vapear conlleva riesgos como la manipulación de la máscara de protección y el contacto repetitivo de los dedos con la boca tras tocar productos que podrían actuar como transmisor inanimado del virus causante de la enfermedad de la covid-19.
A estos peligros se suma la expulsión de gotitas respiratorias que pueden contener carga viral y ser altamente contagiosas, así como el factor de relajación de la distancia social de seguridad.
Tras aprobarse la medida, la asociación Nofumadores.org indica haber reunido más de 81.000 firmas para extender la decisión de la Xunta y "acabar con el humo en las terrazas" de bares en España.
Advierte de que los decretos de las comunidades autónomas obligan a llevar mascarillas en todo momento y señalan que en la práctica, los fumadores continúan echando humo en terrazas de hostelería y en la calle, dificultando la lucha contra la pandemia.
Muchos ciudadanos secundan esta medida al considerar que el humo del cigarrillo no es sano en una situación normal y menos en esta epidemia de infecciones que se transmite por vía respiratoria.
"Me parece bien porque no solo es el hecho de que moleste el propio humo, sino es la posibilidad de que al exhalar el humo también te puedas contagiar si esa persona tiene el coronavirus", indica a Efe Miguel Ángel García, un coruñés que asume las medidas impuestas y tilda este nuevo impedimento de "prudente".
Otros habitantes de la ciudad gallega que más contagios de coronavirus registra consideran esas restricciones excesivas, como Antonio, que confiesa no ser fumador, pero teme que si en un espacio público al aire libre se proscribe consumir tabaco, podría conllevar que "mañana me puedan prohibir tomarme una cerveza y entonces me dicen que la cerveza me va a hacer daño", y "creo que estamos perdiendo bastantes libertades".
El presidente de la Asociación provincial de empresarios de hostelería de A Coruña, Héctor Cañete, ha indicado a Efe que, si bien la norma "no es beneficiosa" para el sector, ese no es "el mayor perjuicio", y ha opinado que los ciudadanos se acostumbrarán.
Sin embargo, Cañete rechaza las medidas impuestas en la comarca coruñesa para frenar la propagación del virus como limitar al 50 % el aforo en terrazas de bares y restaurantes o el cierre a las 00:30 de esos locales desde el pasado viernes, que parece "criminalizar al sector" aquejado de una "caída muy grande de ingresos".
La medida adoptada en Galicia ha abierto un amplio debate sobre el refuerzo del coto a la epidemia del tabaquismo en un momento de rebrotes de la pandemia de covid-19 que podría extenderse a otros lugares de España y contribuir a hábitos de vida más saludable.