Responsable de medio ambiente
De León a la Antártida para cuidar el ecosistema
El comandante bañezano Manuel Macho se incorpora en diciembre a la Campaña Antártica del Ejército de Tierra como responsable de medio ambiente y seguridad alimentaria. En la misión irán otros 12 militares.
Doce militares partirán a la Antártida en diciembre para poner en marcha la base que sirve de laboratorio a los científicos. Entre los participantes este año en la misión está el comandante Manuel Macho, veterinario de 42 años que tiene la responsabilidad de la seguridad alimentaria y el cuidado del medio ambiente. La XXXIV Campaña Antártica del Ejército de Tierra (Caet) llega a la zona más inhóspita del planeta para preparar el terreno a los investigadores que a partir de diciembre, verano austral en la Antártica, se desplazarán a la base para recoger muestras que permitan avanzar en el conocimiento científico. Macho se prepara con el resto de los componentes de la misión para trabajar durante cuatro meses en condiciones extremas. «De momento, nos estamos preparando pensando en que las condiciones en las que vamos a trabajar son las mismas que las de otros años, pero todavía no sabemos si variarán por la pandemia del coronavirus».
En declaraciones a este periódico, Macho asegura que el trabajo de planificación y adiestramiento en el que todo el equipo está inmerso desde marzo, básicamente telemático por el estado de alarma, se ultima estos meses con todas las medidas de higiene y seguridad impuestas por el Gobierno. «Tenemos que se extremadamente escrupulosos porque a la Antártida no ha llegado el coronavirus y todo nuestro trabajo previo antes de llegar está pensado para viajar en condiciones sanitarias de seguridad y no trasladarlo».
En la misión, además del leonés, viajan Ignacio Cardesa (jefe de la nueva dotación), Ignacio Soler y Carlos L. Ferrer (Comunicaciones), Nerea Alonso (Sanidad), José A. Álvarez (Logística), Joan Campreciós (Movimiento y navegación), Jesús M. Cotoré y Ambrosio Carreras (Alimentación), José Pardos y Jorge Tablero (Motores), Alberto Galán y David A. Lobato (Instalaciones).
«Allí nos movemos con lanchas zodiac y por eso también tienen que viajar especialistas de montaña». De hecho, la próxima fase de ‘Adiestramiento Operativo de Capacitación Antártica’, será en O Grove, con maniobras en el agua, para continuar con las pruebas de montaña en el Pirineo. «Nosotros nos estamos preparando como si fuéramos en condiciones de normalidad, pero todavía no sabemos qué cambios o restricciones tendremos que incorporar por la crisis sanitaria».
El equipaje que trasladará el leones, con el equipo medidor mediaoambiental, zarpará 25 días antes en barco.
Manuel Macho estudió en la Facultad de Veterinaria de León. Ha estado destinado en el Ala 14 de la Base Aérea de Llanos en Albacete. «Los de sanidad pertenecemos a los cuerpos comunes y podemos estar en cualquier cuerpo del ejército». Por eso, tras su primer destino en el aire pasó a la Unidad Militar de Emergencias (UME) en Torrejón de Ardoz, para continuar después con la especialidad complementaria en su carrera en seguridad alimentaria y salud pública. «Después estuve cuatro años en el Centro Militar de Veterinaria de Defensa en Madrid como responsable del Laboratorio de Microbiología de los Alimentos y tras realizar un curso de Estado Mayor estuve destinado durante tres años en la Dirección de Sanidad del Ejército de Tierra».
Mientras ejercía su trabajo profesional en todos esos destinos, Manuel Macho siempre tuvo en mente la misión de la Antártida. «Me llama mucho la atención ejercer esta labor en condiciones extremas, con poco espacio». No es la primera vez que el comandante bañezano se enfrentará a condiciones extremas durante el desarrollo de su labor militar. En 2005 estuvo destinado en Afganistán.
Para viajar a la Base Antártica Española ‘Gabriel de Castilla’, situada en el archipiélago de las islas Shetland del Sur, la mayor reserva natural del planeta, se presentaron doscientos voluntarios. El 22 de febrero de 2010 se logró la certificación por Aenor del Sistema de Gestión Ambiental y se culminó un proceso iniciado diez años con el compromiso del Ejército de Tierra con la protección de la naturaleza.
Llegar a Isla Decepción exige cruzar el temido Mar de Hoces, conocido también como Paso de Drake, entre el extremo más meridional de América del Sur y la Antártida.
Aprovechando los espacios entre las borrascas que continuamente lo azotan, el buque de investigación oceanográfica Hespérides , operado por la Armada Española, lo cruzará repetidas veces en esta XXXIV Campaña Antártica del Ejército de Tierra (Caet).