El eco de las fiestas que están por venir
La salud por delante de la fiesta obliga a aparcar las celebraciones de la Encina, que mantienen, sin embargo, un eco de los sonidos y las sensaciones de otro verano. Un nuevo septiembre nos espera
No ha habido, carrozas, ni gigantes ni cabezudos recorriendo las calles. No hemos visto a los feriantes con sus atracciones y los puestos de manzanas caramelizadas y algodón dulce. No han aparcado en los terrenos de la antigua montaña de carbón los remolques que rifan de peluches, y las casetas de tiro al blanco, las de siempre. Echamos en falta los autos de choque, los pulpos gigantes, las norias, las góndolas, y hasta el tren de la bruja, el de toda la vida.
Ha sonado la música,sí. La de Xoel López, por ejemplo. Y todavía tenemos que oír a Pablo López, la estrella del pop melódico que no se ha bajado de los escenarios a pesar de la pandemia.
Pero no podemos dar botes. No podemos juntarnos.
La ofrenda a la Virgen de la Encina no será hoy tumultuosa. Ni habrá aglomeraciones detrás de la imagen de la patrona del Bierzo por las calles del casco antiguo.
No. Este año no es lo mismo. No hay verbenas en los barrios. La música de las orquestas que animaban el baile ha enmudecido. Y los actos alternativos, como ha ocurrido durante todo el verano, se celebran con el publico sentado, guardando la distancia de seguridad. El Auditorio Municipal, tan amplio, también nos ha permitido escuchar con distancia a la Banda de Música Ciudad de Ponferrada. Y el aparcamiento amplio de la calle Obispo Osmundo, también nos ha dejado pasear por los puestos de la Feria de la Cerámica.
Sin tocar demasiado.
El Covid 19 nos ha cambiado este ano. Nos ha obligado a posponer las fiestas de Ponferrada, la celebración mas emblemática de todos los festejos que se programan cada verano en el Bierzo.
No ha habido pregonero. Todavía perdura el eco de las palabras del periodista de la Cadena Ser Pablo Morán, que el año pasado se subía al balcón del Ayuntamiento.
La salud esta este ano por delante de la fiesta. Y el Ayuntamiento de Ponferrada, siguiendo las recomendaciones de la Junta de Castilla y León y de la Federación Regional de Municipios ha suspendido los festejos para evitar que las aglomeraciones, imposibles de controlar, se convirtieran en un foco de propagación del Covid, mas allá de conciertos puntuales, en lugares aforados y con medidas de protección, y mas allá de la ofrenda a la Virgen, la Misa y de la declaración del Día del Bierzo. Pero el año que viene nos está esperando.