Un año lleno de retos e incertidumbre
Una temporada atípica y llena de incógnitas. Así se presenta una Liga Asobal que acaba de iniciarse y en la que el Abanca Ademar parte con los mismos objetivos que en campañas anteriores; subirse al segundo peldaño de la competición nacional —como ya hiciera en la 2019-20— y ofrecer su mejor versión europea, este curso en una renovaba Copa EHF que se promete más competida y emocionante que nunca. En cuanto a las copas del Rey y Asobal, según remarca el propio Manolo Cadenas, la intención es ‘colarse’ en las finales.
Pero ninguno de estos retos resultarán sencillos y más en una 2020-21 marcada, como todo el deporte, por la pandemia y en el caso del balonmano masculino español de élite también por las desavenencias entre la Real Federación Española y la Asobal, enfrentadas desde hace meses por el control de las competiciones y los derechos de imagen, entre otros conflictos de intereses. La incertidumbre ya ha provocado la suspensión de la primera jornada liguera y habrá que ir semana a semana dilucidando el devenir de los acontecimientos. Todo en una Liga que, lejos de relajar su calendario, cuenta con cuatro jornadas más —un total de 34— para un total de 18 equipos de los que cuatro perderán la categoría a finales de temporada.
Las fechas disponibles para jugar no abundan -sobre todo si se suspenden jornadas- y más aún en un año con Mundial a principios de 2021 y Juegos Olímpicos en el mes de agosto. Temporada complicada pero a la vez ilusionante para un Ademar renovado y rejuvenecido.