La felicidad, una conquista diaria

efe

El poder de confiar en ti, del periodista y coach Curro Cañete, se convirtio en el volumen de crecimiento más vendido del año. Ahora regresa con Ahora te toca ser feliz. La conquista de la felicidad es un objetivo común al alza, un sendero largo en el que la mente se trabaja «diariamente y de por vida», y en el que herramientas como «la planificación» y el poder de decisión se convierten en piezas clave.

«El momento siempre es ahora, hay que dejar atrás echar culpas a otras personas, ponerse escusas o lamentarse; la felicidad se trabaja desde un compromiso grande y diario», desgrana el autor, que aunque explica que «hay personas más proclives a un estado de felicidad más continuado», adoptar una actitud positiva con la que ver y afrontar la vida empieza por educar la mente para la mayor parte de las personas.

¿Y cuál es el primer paso hacia educar la mente en pos de la felicidad? El terapeuta lo tiene muy claro, «fomentar el poder de decisión» para plantearse objetivos, apostando por definir «lo que se quiere en lugar de descartar lo que no», una forma de proceder de la mente muy común que tiene efecto «rebote»: «al poner energía en pensar sobre lo que no quieres, visualizas esa parte negativa, y es más fácil frustrarse o ser infeliz», apunta.

Focalizar la mente

«Fijarse objetivos es como viajar en tren sabiendo dónde vas a bajarte, lo que permite disfrutar del viaje y realizarlo con calma, para bajarse en la parada correspondiente con total claridad». Así es como esta noción se convierte en una de las herramientas claves para conseguir «focalizar la mente», un punto importante, ya que según explica «una mente en caos tiende a generar caos alrededor», lo que se traduce como uno de los principios sólidos que forman parte de lo que Cañete denomina como «la conquista de la mente», donde además de fijar objetivos, la planificación se convierte en otra herramienta clave. «Cuando descubres que planificar es visualizar lo que quieres, te das cuenta de que lo estás creando en tu mente, y esto es además de motivador muy poderoso, se cumpla después o no, ya que durante ese tiempo de planificación la mente ha sido feliz conociendo lo que iba a suceder», resalta.

Pero la felicidad lleva también parejos momentos de tristeza, que son además de naturales, «sanos» y necesarios: «la tristeza no es mala, a veces es bueno darse un chapuzón de nostalgia y aceptarla», explica el autor, que apunta que «es más sencillo» aprovechar los buenos momentos para entrenar la mente, en lugar de hacerlo bajo la perspectiva de la tristeza, en un trabajo que debe ser continuado en el tiempo. A«Aprender a centrar la mente en lo que queremos durante la mayor parte del tiempo es un trabajo de por vida que comienza cada día, y cuyo resultado se consigue a través de voluntad y trabajo, de la misma forma que el cuerpo se trabaja a través de ejercicios específicos en el gimnasio».