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El cercanías al aeropuerto del franquismo

La posguerra o, mejor, la miseria que trajo la guerra, impidió que el proyecto de crear un ramal ferroviario hasta el aeródromo leonés a través de Trobajo del Camino pudiera ser una realidad. Diario de León muestra por primera vez los planos, cartas e imágenes de aquel plan militar que no salió del papel

Imagen del trazado ferroviario desde León hasta La Virgen del Camino

León

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Tras finalizar la Guerra Civil, el régimen puso en marcha un proyecto para modificar el trayecto del apartadero ferroviario que se había construido con el fin de movilizar a la Legión Cóndor hasta el aeródromo de La Virgen del Camino. Éste tendido ferroviario se había construido de forma muy rápida para tiempo de guerra, pero el Ejército pensó que podía y debía mejorarse.

El trazado anterior era cómodo porque discurría por el valle del arroyo de La Virgen. La alternativa, presentada en 1941, ha permanecido inédita hasta hoy y ha salido a la luz gracias a las investigaciones del especialista en ferrocarriles e historiador Eduardo Tocino.

El ramal en La Virgen. 

«El trazado que se propuso se apoyaría sobre la vía férrea de Asturias y abandonaría su salida por Galicia como había sido desde el inicio. En ese caso si bien seguirían subiéndose mercancías al aeródromo por ferrocarril, se pretendía mejorar el tren para los trabajadores que por el anterior trazado tardaba 45 minutos en llegar al aeródromo con varios retrocesos en la vía y cambios en el sentido de la máquina del tren», explica el también concejal.

El proyecto creaba un ramal que pasaba por el paso a nivel del Crucero, Trobajo del Camino y la presa del Bernesga hasta el aeródromo

Tocino subraya que se pretendía hacer una conexión más rápida y directa. Para ello nada más salir de la estación, se decidió que el ramal continuara en dirección a Asturias por el antiguo trazado de la que hoy es la avenida Azorín.

Desde allí, cruzaría el paso a nivel de El Crucero —el otro existente en la avenida Quevedo— y circularía por delante del actual colegio de Las Dominicas hasta la Comisaría de Policía Nacional de San Andrés.

En este punto, el proyecto preveía un cambio de aguja y se bifurcaba en la vía general del nuevo apartadero proyectado al aeródromo mediante una gran curva en dirección a Trobajo del Camino. Una vez allí, pasaba por la actual pasarela de Limonar de Cuba y cruzaba la presa del Bernesga para ascender por la parte trasera de la localidad trepaliense.

Parada en Diario de León

Eduardo Tocino explica que después de bordear la población y con el fin de seguir ganando altura y conservar la pendiente, una curva en sentido contrario giraría hacia el polígono industrial.

Desde allí, volvería a trazar otra curva hasta situarse de forma paralela a la carretera entre León y Astorga, pasando por delante del acceso a la redacción de DIARIO DE LEÓN. Una vez en ese punto, el ramal se orientaría ya hacia el aeródromo y terminaría casualmente paralelo a la ubicación donde hoy se asienta la terminal del aeropuerto civil leonés.

«Allí concluiría el trazado y ese sería precisamente el lugar en el que las mercancías se descargarían y los trabajadores —que subirían en un tren de aviación más moderno, rápido y confortable— finalizarían su trayecto», revela.

Sin embargo, la propuesta planteada en 1941 no llegó a realizarse debido a la dureza y falta de recursos de la postguerra.

«Y, sin embargo, este nuevo trazado habría sido hoy muy útil e interesante desde un punto de vista civil para ubicar una terminal de carga en el aeropuerto, en el polígono industrial. Incluso podría haber existido un pequeño servicio de lanzadera al aeropuerto entre las localidades de La Virgen del Camino y León», subraya el investigador.

Y es que, añade, este es un planteamiento intermodal típicamente centroeuropeo que siempre cosecha buenos resultados para el transporte. «Podemos imaginar aquel trazado y la voz grabada anunciando sus paradas: Próxima parada Trobajo del Camino. Próxima parada Diario de León. Próxima parada La Virgen del Camino. Próxima parada Aeropuerto de León. Final de trayecto»...

El tren de aviación, ha sido ese gran enlace desconocido para gran parte de los leoneses. Que el aeródromo de León tuvo conexión por ferrocarril es sabido por algunos, pero los detalles de su construcción y explotación con aquellos trenes de vapor primitivos, no se había desgranado por falta de documentos.

Solo existía algún testimonio oral y no siempre ajustado a la realidad. Eduardo Tocino ha buceado en en el expediente de la antigua Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España para desvelar cientos de detalles desconocidos hasta ahora.

«De la Legión Cóndor mucho se ha escrito, y su relación con León y La Virgen del Camino; los aficionados conocen sus aviones, sus campañas. El parque impulsado para reforzar la presencia aérea conllevó la construcción de una línea de ferrocarril hasta el parque P/88 mediante un apartadero ferroviario clave para el montaje de los aviones alemanes», recalca.

Construcción sin presos

La investigación de Eduardo Tocino ha sacado a la luz los avatares de aquel modesto ramal y su importancia desde el punto de vista logístico en plena guerra.

El experto localizó documentos que dan fe de que si bien inicialmente se propuso la construcción del apartadero al aeródromo con presos, finalmente se realizó por militares de la base aérea y de la 4ª Unidad de Ferrocarriles con conocimiento de la materia. Por su parte la infraestructura fue realizada por las brigadas de Vía y Obras de la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España (empresa ferroviaria privada previa al nacimiento de Renfe en 1941) en la que se reflejan los trabajadores que intervinieron, las nóminas incluso alguna paga extra.

La rapidez imprescindible en construir el apartadero ferroviario y el gran contingente de personas que se precisaban dio lugar a que se abandonara la pretensión de construirlo con presos. Se volvió a plantear que 150 presos prolongaran el ramal hasta la entrada de la estación de Quintana de Raneros pero nunca se llegó a realizar ese proyecto.

Tocino ha logrado descubrir el plazo para construir el ramal, tan sólo un mes, si bien se abrió en precario el 25 de septiembre de 1937 y se fueron mejorando las instalaciones. «La necesidad de eliminar el camión en este transporte para aumentar la fiabilidad y seguridad era imperiosa», destaca y añade que se han descubierto con detalle los materiales empleados que eran de vías o instalaciones reutilizadas en muchos casos, algunas hasta de los orígenes del ferrocarril en el siglo XIX dada la escasez de los mismos.

Eduardo Tocino ha descubierto que, si bien se propuso la construcción del apartadero al aeródromo con presos, finalmente se realizó por militares de la base aérea y de la 4ª Unidad de Ferrocarriles

«Los ingenieros reflejaban las anotaciones a lápiz o máquina una gestión eficaz y minuciosa ante las carencias que la guerra imponía».

Otro de los hallazgos clave de la investigación ha sido concretar cómo fue el montaje de la vía o la explotación de los diferentes trenes que ascenderían por el valle. «Aquellos trenes de mercancías, los más importantes al inicio, transportaban los cajones de madera con las partes de los aviones procedentes de Vigo y a su vez de Hamburgo. Eran aviones troceados que se montarían en León», explica.


Imagen del proyecto que los ingenieros militares realizaron para crear un ramal alternativo al que se puso en marcha durante la Guerra Civil para trasladar a los trabajadores y el material al aeródromo de La Virgen del Camino

Además,el descubrimiento también pone luz acerca de la operativa, los tiempos de viaje y demás detalles del tren obrero que subía a los trabajadores al aeródromo para descender luego en sus bicicletas de forma más rápida. «Los trabajadores dependientes del mando español subían en tren y, curiosamente, los obreros que dependíandel mando alemán lo hacían en camiones», dice.

Eduardo Tocino destaca que incluso se ha descubierto lo que podría haber sido un intento de sabotaje utilizando el ferrocarril y lanzando vagones como se hacía por ambos ejércitos para perjudicar las infraestructuras y bloquear al enemigo. Ejemplo de ello fue la línea de Asturias a la altura de Pola de Gordón o Santa Lucía. «En este caso pudo haber sucedido un intento de sabotaje dado que en julio de 1938 se escaparon los citados vagones sin control valle abajo y los sabotajes de los aviones comenzaron en octubre, tres meses más tarde. O sencillamente pudo haber sido un accidente dado que el los frenos de los vagones muchas veces eran precarios y la línea no estaba aún dotada de todas las medidas de seguridad requeridas», dice.