Sarah Moss cuestiona el nacionalismo
laura de grado
Breve, precisa y alabada por la crítica anglosajona, la novela Muro fantasma, de Sarah Moss, recién publicada en español, invita a cuestionarse el auge de los nacionalismos y de las fronteras. «Tenemos que encontrar formas de sentir que pertenecemos a un sitio sin creer que somos dueños», dice a Efe.
«La propiedad consiste en evitar que otras personas accedan a ella, es exclusiva. Pero, en realidad, pertenecer se trata de asumir la responsabilidad de un lugar y amarlo» precisa Moss (Glasgow, 1975), para quien pertenecer a una tierra no puede ser sinónimo de excluir, ni de levantar muros entre personas. «No puede tratarse de algún tipo de afirmación genética», ha añadido la autora de Muro fantasma, su sexta novela y uno de los libros más aclamados por la crítica anglosajona en el último año, que edita en español Sexto Piso. Y precisamente esta idea inspiró a Moss a elegir el título del libro, que empezó a escribir justo después de que el presidente de Estados Unidos, Donal Trump, anunciara que iba a construir su «hermoso muro» en la frontera con México y en pleno debate sobre la identidad británica suscitado por el Brexit.
«Pensé en cómo todos esos muros son paredes fantasmas, siempre son intentos mágicos de mantener a los forasteros fuera», ha explicado la también profesora de escritura creativa de la Universidad de Warwick. Sin embargo, para ella «sería mucho más constructivo si algo de ese sentimiento nacionalista que está surgiendo en este momento en todo el mundo se pudiera aprovechar al ecologismo».
En el libro, que ha sido traducido por Vanesa García Cazorla, la joven Silvie participa junto a su familia en un curso de antropología que recrea la vida y costumbres de los antiguos británicos en la Edad de Hierro, violencia y sacrificios incluidos. En este contexto, la protagonista de 17 años ve su vida y su cuerpo constreñidos por la autoridad de su padre Bill y por una violencia intrafamiliar que la oprime tanto a ella como a su madre.