Los amores se los lleva el viento

nicolás miñambres

Sara Mesa, dueña de diversos premios, publica esta novela con un enfoque original, el habitual rusticismo de otros tiempos y que, vistos algunos títulos, parece revivir A pesar de la brevedad, personajes, escenarios, reacciones aportan significados diversos. Lo llamativo es que Un amor responde a formas y recursos literarios sencillos, como lo vemos en la portada: en una noche con luna, con los brazos atrás, una chica camina solitaria, como indefensa. La caseta queda lejos, enfrente del bosquecillo verde, consiguiendo un cuadro misterioso.

El argumento de Un amor se localiza en el pueblo de La Escapada, donde llega Nat, una joven traductora, con formación e interpretación vital distinta, lo que la transforma en la protagonista. No es descabellado advertir un paralelismo geográfico y humano: la personalidad de Nat, la protagonista, y la forma geográfica del monte del pueblo. En él se halla El Glauco, monte mítico de los aldeanos sometidos a diversas situaciones dolorosas, cuyo sufrimiento se alivia en su ascensión. Pero no puede quedar lejos otro elemento, natural y vivo en este caso: Sieso, el perro acompañante de Nat, cuya vida desarrolla junto a los humanos, llegando a aceptar cierta amistad.Un personaje especial, relevante, de gran influencia es el alemán Andreas que provoca amor admiración en Nat. Pero los sentimientos del alemán, no son nada coherentes ni leales en sus actuaciones. Ojalá Nat, puede pensar el lector, hubiera tratado con más fervor a otro personaje, Píter, admirador rendido por la personalidad de Nat y por el arte: podrían haberse unido en su actividad intelectual y personal: hubieran unido muy bien la actividad traductora de Nat y los conocimientos artísticos de Píter, el hippie. Frente a estos intelectuales, pulula un grupo social humilde y variado, donde el alemán se impone en el mundo de la protagonista, sin que ver claro su comportamiento final.

Buscando otros espacios, hay que recordar el citado elemento orográfico de El Glauco, donde van los habitantes de la zona en sus problemas humanos, dificultad humana, aunque no parece hacerlo el citado Andreas, invariable en su carácter. Pero ella, Nat es el personaje más relevante, por su personalidad y su cultura de entre la gente humilde y pobre, aunque no reciba el honor merecido. Una excelente parábola del vivir humilde, lejos de la barahúnda de estos tiempos. Cosas del amor verdadero.