Memoria histórica
El alcalde de Villadangos desanima a buscar represaliados en el polígono y el cementerio
Familiares de represaliados con el antiguo pedáneo este verano. DL
El alcalde de Villadangos, el popular Alejandro Barrera, remitió ayer una nota en la que se subraya que «convendría desterrar la idea de que, en una futura ampliación del polígono industrial al norte y noreste del actual, pudieran encontrarse fosas comunes, en tanto en cuanto no coinciden con los lugares donde los ubican los investigadores».
Barrera contesta así a la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) y familiares de las víctimas fusiladas en 1936 en distintas ubicaciones del Monte de Villadangos que recientemente pidieron que el ayuntamiento tomara «cuidado» ante la posibilidad de que puedan ser hallados restos humanos.
El alcalde afirma que es «más que improbable» que existan estas fosas en dichos terrenos tras señalar en un mapa el pozo Mulgar, Val de Hulleros, Vallemedio y Camino de la Estación, donde ocurrieron algunos de los fusilamientos, fuera del entorno de estos terrenos. Incluye la Senda de la Sortija, mencionada en los documentos que obran en el Registro Civil, y que sin embargo, atraviesa el Polígono Industrial.
Sostiene que el Monte de Villadangos llegaba hasta la propia N-120, e incluso seguramente la traspasara hacia el sureste en 1936. Sobre los hechos ocurridos admite que «las personas vivas más mayores de Villadangos, recuerdan cómo de niños vieron algún carro cargado de cadáveres camino del cementerio. Una imagen brutal que sin duda quedó grabada en sus retinas», señala ensalzando la labor humanitaria del párroco Manuel García Arias y el médico del pueblo, Tomás del Riego Cabezas.
Sin embargo, puntualiza que «se desconoce el número exacto» de las personas ejecutadas en el monte. De las 86 víctimas documentadas por un estudio sobre el Registro Civil descarta una: sería un joven de Villadangos que murió en un accidente en la estación en 1948. El alcalde cree que todas las víctimas fueron enterradas en camposanto, a pesar de que no se han encontrado restos (o no se dio cuenta de ello) en las ampliaciones realizadas. «La ubicación de la fosa es más que incierta», añade, recordando que así se lo ha manifestado a las familias con las que se reunió el 10 de agosto. Los familiares solicitan que cualquier persona que pueda tener noticia de estos hechos se ponga en contacto con la asociación por «humanidad y por la dignidad de las víctimas», apunta Pilar González Blanco, sobrina de un fusilado.