Rastreando desde León
El combate de la UME con las cuarentenas del Covid-19
La misión Baluarte de la UME rastrea a positiivos y contactos estrechos de Covid-19 en todo el noroeste desde León. En Castilla y León comenzó hace dos semanas y ha asumido 2.230 casos desde entonces.
«Buenas tardes, soy la capitán Novo, del Batallón de Intervención en Emergencias V de la UME. Estamos colaborando con la Consejería de Sanidad de Castilla y León y le llamo porque su prueba de Covid-19 ha sido positiva».
Más o menos con estas palabras empieza cada una de las 2.230 entrevistas que han realizado desde el 11 de septiembre los 30 rastreadores de la UME para hacer vigilancia y seguimiento del Covid-19 en Castilla y León.
La charla puede durar hasta media hora. E incluso puede interrumpirse y volver a reanudarse si la persona necesita tiempo para recordar algún detalle de cosas que ha hecho en las anteriores 48 o 72 horas. Se trata de acotar al máximo los contactos estrechos para luego contactar con estas personas.
A una persona que da positivo en Covid-19 o está esperando el resultado y tiene síntomas (fiebre, tos, sensación de ahogo, etc.) se le indica que tiene que permanecer en aislamiento, explica la capitán enfermera María Novo Canal.
Capitán enfermera
La oficial señala que es importante distinguir entre aislamiento y cuarentena. «Aislamiento significa que tiene que estar solo en una habitación, si es posible con baño propio y no tener contacto con sus convivientes. Su ropa se tiene que lavar a más de 60 grados centígrados», detalla.
La cuarentena implica no salir a la calle, mantener la distancia de seguridad en casa, lavarse las manos, hacer una limpieza de ropa, usar mascarilla. En definitiva, guardar la regla de las tres M en casa. Esta medida se aplica a las personas que son contacto estrecho de un positivo o una persona con síntomas que espera el resultado de la prueba. En función de cada caso, el médico determinará el momento en que hay que hacer la PCR a un contacto estrecho (normalmente tienen que pasar de 3-5 días desde que se produjo el contacto para que no dé un falso negativo).
Si se trata de un caso positivo se procede a realizar la entrevista para rastrear sus contactos. «Se le informa de la PCR positiva, de que tiene que guardar aislamiento y a continuación le pedimos autorización para decir quién es o no a sus contactos estrechos».
En este momento de la entrevista tienen que dejar claro qué es un contacto estrecho: «Es una persona con la que se ha estado durante más de 15 minutos a menos de dos metros y sin mascarilla en un lugar cerrado», aclara la capitán. Con esta información se elabora un censo de contactos y se procede a realizar la primera llamada a esas personas.
Teniente coronel médico
Así opera el Batallón de Intervención en Emergencias V de la UME (Unidad Militar de Emergencias) en tres turnos de trabajo desde la base Conde de Gazola de Ferral del Bernesga en la misión Baluarte. La UME lleva en acción desde el comienzo de la pandemia. El 11 de septiembre, con teniente coronel médico Fernando Moro al frente, empezaron a apoyar los rastreos, vigilancia y seguimiento epidemiológico del Covid-19 en Castilla y León. Tres días después iniciaron el mismo tipo de colaboración con los servicios de Atención Primaria con Cantabria.
Su objetivo es ayudar a «bajar la saturación de los centros de salud y que tengan una mayor capacidad asistencial», señala el leonés Fernando Moro, jefe del servicio sanitario, es el enlace entre la Consejería de Sanidad y el Ministerio de Defensa, que proporciona el apoyo a petición de las autonomías al Ministerio de Sanidad.
La UME va en avanzadilla. En los próximos días entrarán en acción otras unidades del Ejército para asumir su labor desde la base leonesa. En Castilla y León se crearán ocho unidades epidemiológicas has completar los 245 rastreadores solicitados por la comunidad autónoma.
Dos secciones estarán destinadas a dar apoyo a los rastreos en la provincia leonesa. En este caso serán rastreadores del Ejército de Tierra quienes se ocupen de hacer el seguimiento epidemiológico. «Los rastreos y las cuarentenas son fundamentales para que no lleguemos al confinamiento como en marzo y abril, porque se trata de detectar casos de forma precoz», afirma el teniente coronel Moro. «Si se nos escapa el virus tendríamos que ir a confinamientos selectivos», subraya.
Con el apoyo del ejército, «reforzamos el músculo de la salud pública en cuanto a número de rastreadores». «Aportamos mucha fuerza en el rastreo, mantenemos los puestos de forma permanente y somos grupos compactos», apostilla.
El teniente coronel, que ha participado en misiones de la UME complejas, algunas de ellas internacionales, como el terremoto de México, señala que «en esos casos se afronta con la formación».
Con el Covid-19 hay una diferencia sustancial. «El enemigo aquí es persistente, imprevible e invisible» y la gran satisfacción es que lo que están haciendo en estos momentos «sirve para que los niños puedan ir al colegio y la gente a trabajar».