El ejemplo de Villacedré
Asprona busca locales para grupos burbuja
Asprona-León busca locales para ampliar la oferta de grupos burbuja en sus centros de día en el contexto de la pandemia. El municipio de Santovenia de la Valdoncina ha sido el primero en ofrecer un espacio en la casa de cultura de Villacedré.
La nueva normalidad en Asprona-León es un reto diario. Durante el confinamiento fueron cerrados todos los centros de día y las residencias quedaron doblemente cerradas. Han tenido que luchar contra el Covid-19 y se han sentido olvidados por las administraciones. «No queremos ser otra vez los últimos de la fila», alega Pedro Barrio, gerente de Asprona-León.
Sacar de sus rutinas a las personas con discapacidad intelectual, y más cuando esta es grave, ha supuesto un coste alto para las familias y para la entidad. En varias ocasiones se vieron obligados a intervenir en domicilios por los problemas de conducta que presentaron algunas personas como consecuencia del confinamiento.
La reapertura de los centros de día tras la caída del estado de alarma se ha encontrado con el miedo a las familias y las limitaciones de capacidad por las medidas de seguridad o la imposibilidad de reabrir algunas aulas que, como las de San Benito Meni, estaban ubicadas en centros residenciales.
La Diputación provincial de León había cedido a Asprona-León dos aulas en la residencia del Colegio Sagrado Corazón de León. Sus 15 usuarios, 9 externos y 6 de residencia, compartían gimnasio y comedor con el resto de los residentes. Pero las medidas del Covid-19 impiden reabrir dicha aula. Los centros residenciales siguen confinados.
Asprona-León se puso a la búsqueda de locales para poder ofrecer el servicio a las nueve personas que pueden acudir al centro de día. «En varios municipios nos hemos encontrado con la negativa a ofrecernos espacios», subraya Barrio. Santovenia de la Valdoncina ha sido la excepción.
El municipio, que dirige el leonesista Manuel García, se enteró de la situación y ofreció a la entidad una sala, cocina y comedor, en la casa de la Cultura de Villacedré. En la que fue durante unos pocos meses unidad de respiro para personas mayores de este pueblo aledaño a León conviven ahora, de 9.30 de la mañana a cinco de la tarde, las nueve personas con discapacidad intelectual de las aulas San Benito Meni.
«Era un local que estaba sin usar y hemos visto la oportunidad de ayudar a Asprona», explican el regidor y la concejala de Bienestar Social, María Villagrasa en una visita que realizaron para conocer de cerca la actividad de Asprona-León.
Son personas con grandes necesidades de apoyo y algunas con graves problemas de conducta. En el centro de día trabajan hábitos encaminados a fomentar su autonomía. Es el objetivo de todas y cada una de las actividades. Todas muy sencillas: puzles, trabajos de grafomotricidad, movimiento, desarrollo manipulativo, abrocharse la ropa con botones, subir y bajar cremalleras, hábitos de higiene y aseo...
El aula cuenta con tres personas a su cargo y con servicio de comedor que suministra la cocina de Asprona-León. Después del confinamiento observaron que dos de estos usuarios estaban muy alterados. «Hemos vivido situaciones muy críticas y a veces las personas con discapacidad han estado desatendidas», explica Pedro Barrio.
Cerrar servicios esenciales para la vida de estas personas ha sido un error, en su opinión. Cree que no se debería repetir una situación como la vivida entre marzo y junio por la pandemia.
El aula de San Benito Meni es uno de los grupos burbuja de Asprona-León para atender a las personas con discapacidad intelectual que residen con sus familias. «Cada centro tiene su transporte, hemos suprimido las rutas para evitar los contactos y esto también ha encarecido los costes», indica el gerente de la entidad.
Cada furgoneta recoge y lleva a casa a los usuarios de su centro. Cada día se les toma la temperatura, tanto a ellos como al personal y cuando han salido casos positivos se ha puesto en marcha el protocolo de aislamiento y cuarentenas establecido por las autoridades sanitarias. «Han sido meses de locura en los que nos hemos visto obligados a improvisar», añade.
La entidad necesita locales tanto en la capital como el alfoz para afrontar las necesidades de la nueva normalidad y para no dejar atrás a las personas que más lo necesitan. «Muchas administraciones han mirado hacia otro lado», así que «a Villacedré hay que ponerlo en valor y lo agradecemos mucho», añade.
El Ayuntamiento de Santovenia de la Valdoncina apostó por ayudar a Asprona-León a pesar de las críticas que han recibido en algunos sectores municipales. «Mucho nos está costando, pero hay que ponerse en la piel todo el mundo. Tenemos este local y no nos cuesta nada dejarlo», explican el alcalde y la concejala de Bienestar Social.
«Es muy gratificante verles», subrayan. El centro cuenta con las instalaciones de comedor y cocina que se habían acondicionado para la unidad de respiro de mayores y tiene salida directa al parque lo que permite realizar actividades al aire libre.