En la capital
El milagro de Madrid en el que Illa no cree
-La Comunidad asegura que el número de infectados ha caído un 42% en solo 14 días y que nueve distritos y cuatro municipios ya bajan de los 500 casos
Salvador Illa se autoinvitó en la rueda de prensa que todos los lunes protagoniza Fernando Simón. Su inusual presencia no fue casual. El ministro no quería dejar solo al director del Centro de Coordinación y Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) porque el Gobierno central había decidido denunciar públicamente que no se creía las optimistas cifras de la Comunidad de Madrid sobre la evolución de la pandemia en las dos últimas semanas . Unas estadísticas que, en resumidas cuentas, ponían en entredicho la decisión de Sanidad de imponer el confinamiento de Madrid y los otros nueves grandes municipios de la región para controlar la pandemia con la oposición frontal del Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso.
Simón e Illa no llegaron a decir que Madrid mentía o falseaba los datos, pero, sin paños calientes, pusieron en duda la veracidad de las cifras. Una nueva guerra había estallado. Y sigue activa a pesar de que el propio Illa el martes, en sede parlamentaria, dijo que "jamás" cuestionaría los datos de las autonomías. Pero ya no es solo cuestión de no confiar en las estadísticas de Ayuso, es que Sanidad sostiene que ni siquiera los datos que el Gobierno regional les proporciona son los que luego presenta el Ejecutivo autonómico. La controversia llega hasta los parámetros más simples, como la famosa incidencia acumulada (IA), el índice más fiable para conocer la tendencia de cualquier epidemia al contabilizar el número de casos detectados cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días.
Pues bien, el consejero madrileño de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, se jactó este martes de que los confinamientos selectivos puestos en marcha por Ayuso ante de la intervención de Sanidad había hecho caer la incidencia acumulada en la región hasta los 598 casos por cada 100.000 habitantes, frente a los 813 del 21 de septiembre . El anuncio cabreó sobremanera a los responsables del CCAES que solo momentos antes había anunciado que la AI en Madrid se había colocado el martes en 710, tras experimentar un fuerte subida en las últimas horas.
"Es el que es" ¿Cómo es posible un desfase tal de datos cuando Sanidad se nutre exclusivamente de las cifras que le envían las consejerías? En ninguna de las dos instituciones hay una respuesta convincente. Este miércoles, Salvador Illa tampoco ocultó su enfado. "El dato en Madrid es el que es. Hay 710 casos por cada 100.000 habitantes en Madrid . Ese es el dato correcto y oficial proporcionado por la Comunidad de Madrid", denunció Illa avivando un nuevo frente.
Y es que la incidencia acumulada se ha convertido en una obsesión para ambas administraciones desde que Sanidad decidiera rebajar de 1.000 a 500 casos por cada 100.000 habitante el listón para el confinamiento de las grandes ciudades, entre otros parámetros.
Y la guerra en este indicador es total. Las estadísticas oficiales del Gobierno central, basadas siempre en las que les entrega la Comunidad, reconocen que la IA pudo tocar techo en Madrid a finales de septiembre con casi 800 casos de media en la región y que desde entonces ha podido reducirse levemente, pero no más.
En cambio, los datos del Ejecutivo de Ayuso son triunfanlistas. Los cierres de Ayuso han conseguido en apenas una quincena que la IA haya bajado de los 500 casos en los distritos de la capital de Arganzuela, Retiro, Salamanca, Chamberí, Chamartín, Fuencarral-El Pardo, Moncloa-Aravaca, Ciudad Lineal y Hortaleza, y en los municipios de Móstoles, Alcalá de Henares, Alcobendas y Torrejón de Ardoz.
Pero el milagro no solo se ha producido en la IA, sino que el Gobierno regional sostiene que, en estos 15 días de aplicación de las restricciones de Ayuso, los casos que han dado positivo por PCR y pruebas de antígenos han descendido , pasando de 28.969 (en la semana del 14 al 20 de septiembre) a 16.770 (en la semana del 28 al 4 de octubre), lo que supone una caída del 42% de los positivos.
¿Ficticio?
En este punto la controversia con el CCAES es alarmante y vuelve a ser metodológica. Es alarmante porque en Sanidad, aunque 'off the record', apuntan la posibilidad de que este descenso de casos sea ficticio o, incluso, provocado por el hecho de que la Comunidad de Madrid haya tomado la decisión de no hacer ya PCR a los contactos estrechos de los infectados y de no hacer tampoco tests a los compañeros de los alumnos que han dado positivo.
Y la polémica es también metodológica porque, de nuevo, l os datos no coinciden a pesar de venir supuestamente de la misma fuente. Y es que ni siquiera tras el cambio de criterio en la realización de pruebas esa caída del 42% de los contagios en la región se ve por ningún lado en las estadísticas de Sanidad, que el martes registraron récord en contagios diarios en la Comunidad de Madrid con 5.187 casos. El supuesto desplome del que hablan las tablas de Escudero es, como mucho, una estabilización de casos entre 3.000 y 4.000 diarios en las estadísticas de Simón.
Tampoco hay acuerdo en otros índices menos manipulables que suelen ser bastante fieles para ver por dónde evoluciona la transmisión del virus: los parámetros que miden la presión al sistema hospitalario. Madrid sostiene que en dos semanas la presión en Urgencias ha bajado un 40% , la actividad del Summa se ha reducido entre un 15 y un 19% y en Atención Primaria un 10%.
Según Madrid, en la actualidad hay 3.389 hospitalizaciones por covid, cuando el día 27 de septiembre, en el pico asistencial de la segunda ola, las hospitalizaciones alcanzaron la cifra de 3.792 ingresados entre UCI y planta. Es cierto que las estadísticas del CCAES admiten que la situación asistencial en Madrid no va a peor, pero apuntan a que tampoco ha mejorado sustancialmente: el porcentaje de camas ocupadas por enfermos con coronavirus está en un 22%, un nivel similar al de hace un par de semanas mientras que el porcentaje de ocupación de cuidados intensivos se mueve por encima de del 40%, peor que hace dos semanas cuando estaba en un 38%. "Si las cifras ni se parecen, difícil hacer un diagnóstico parecido", reconoce un alto cargo de Sanidad.