Sánchez cierra Madrid con un estado de alarma
Protestas en la sede de Ferraz y Vox convoca una manifestación en coche el lunes en todas las ciudades españolas
El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó ayer a las 16.48 el decreto ley por el que se declara desde ese preciso momento el estado de alarma en los municipios de Madrid capital, Alcobendas, Alcorcón, Fuenlabrada, Getafe, Leganés, Móstoles, Parla y Torrejón de Ardoz para controlar la expansión del coronavirus.
La autoridad competente será el Gobierno y la norma tendrá una duración de quince días naturales. El Gobierno remitirá semanalmente al Congreso información documental estructurada de la ejecución de las distintas medidas adoptadas y valoración de su eficacia. Asimismo, durante la vigencia del estado de alarma, el Ejecutivo central podrá dictar sucesivos decretos que modifiquen lo establecido en este decreto, de los cuales habrá de dar cuenta a la Cámara Baja. Según recoge la norma, en estas poblaciones la media de la incidencia acumulada es de 679,61 casos por 100.000 habitantes (el límite es de 500). El porcentaje de positividad en las pruebas diagnósticas de infección activa se situó en el 10,1% (el máximo fijado por la orden ministerial es del 10%) en la última semana, mientras que el porcentaje de ocupación de camas UCI por pacientes covid-19 es del 39,81% en la Comunidad de Madrid (la norma establece el 35%).
El Gobierno, 110 días después del fin del estado de alarma que sirvió para confinar a España, vuelve a recurrir a esta herramienta ejecutiva para forzar de nuevo el aislamiento, al menos durante 15 días, de casi cinco millones de madrileños después de un día de vacío legal, tensiones y muchas dudas en víspera del puente del 12 de octubre.
Durante una mañana de infarto en el enésimo día de nervios, reuniones improvisadas, llamadas, borradores y, sobre todo, muchas dudas Isabel Díaz Ayuso se enrocó y, acompañada de su más cercano grupo de fieles dentro del Gobierno regional, se encastilló para aguantar el ultimátum del Gobierno central, pero también las presiones de sus socios de Ciudadanos, particularmente de su vicepresidente Ignacio Aguado y de la propia líder del partido naranja, Inés Arrimadas, que trataron de mediar, sin éxito, entre ambas partes para salvar a Madrid del estado de alarma. El único movimiento de Ayuso fue pedir una reunión con Moncloa. En el Gobierno interpretaron que se trataba de otro ardid más para ganar tiempo.
Las protestas llegaron ayer ante la sede del PSOE en Madrid. Vox ha convocado a los ciudadanos a manifestarse en coche en todas las ciudades españolas el lunes, coincidiendo con el Día de la Fiesta Nacional, contra la «incompetencia» del Gobierno y sus medidas «totalitarias.