Revista
¿Qué paisaje queremos para León?
El Grupo de Investigación Geopat de la Universidad de León, experto en Geomorfología, Paisaje y Territorio, recrea el paisaje de los parques eólicos previstos para la Montaña Central leonesa
El Convenio Europeo del Paisaje define el paisaje como «cualquier parte del territorio tal como la percibe la población, cuyo carácter sea el resultado de la acción y la interacción de factores naturales y/o humanos».
El paisaje es por tanto reflejo de las condiciones naturales (relieve, clima, vegetación, suelo) de un territorio y de las actuaciones humanas que se llevan y se han llevado a cabo en él a lo largo de la historia. Todo ello va dejando huellas en el mismo.
Con el paso del tiempo, unas se van borrando y otras se conservan parcialmente y se transforman, pero todas ellas influyen en los nuevos procesos y actividades que van apareciendo.
Paisaje donde quieren colocar parques eólicos desde la atalaya de Valporquero con Felmín abajo. JESÚS F. SALVADORES
La Montaña Central Leonesa se caracteriza por un relieve abrupto, compuesto por numerosas sierras que superan los 2.000 metros de altitud y valles que conjugan tramos amplios con angostas hoces y escobios, de acuerdo a los tipos de rocas por los que discurren.
El clima, de transición entre oceánico y mediterráneo, permite que el agua sea abundante, con ríos de gran belleza, así como el crecimiento de una cubierta vegetal de alto valor, con hayedos, robledales, encinares o brezales, organizados en función de sus características concretas de altitud, exposición, suelos… y por las actividades humanas.
Y es que este territorio muestra también el resultado de la acción humana que ha modelado el paisaje durante siglos, hasta el punto de que el mosaico de formas, colores y texturas que ahora caracteriza el paisaje cantábrico no puede explicarse sin el manejo secular del ser humano.
Recreación del paisaje. ADRIÁN MELÓN / GEOPAT-UNIVERSIDAD DE LEÓN
Es un espacio con una vocación ganadera y, por ello, los prados y pastos son un elemento clave del paisaje, ocupando en los fondos de valle el espacio de las antiguas tierras de labor, así como las laderas de menor pendiente, mientras los pastizales se ubican en los puertos.
Los pueblos se han adaptado al relieve, ocupando aquellos sectores donde los ríos han formado valles más amplios. Otras actividades económicas, como la minería, también han dejado una profunda huella y han influido en el desarrollo socio-económico y la evolución de las distintas localidades.
Todo ello ha configurado un paisaje de gran belleza y de un alto valor intrínseco y ambiental, con numerosos lugares de interés geológico, biológico y paisajístico. El reconocimiento de estos valores justifica la existencia de diversas figuras de protección: Reservas de la Biosfera, Espacios Naturales Protegidos, Zonas de Especial Conservación, Zonas de Especial Protección para las Aves o Lugares de Interés Geológico.
El paisaje de la Montaña Central Leonesa es parte de la identidad cultural de León
Pero más allá de las figuras de protección, el paisaje de la Montaña Central Leonesa es parte de la identidad cultural de León. Es el lugar elegido por muchas personas para entrar en contacto con la naturaleza y lugares como Vegacervera, La Vecilla, Valdelugeros, Villamanín o La Pola de Gordón, entre otros muchos, son visitados por miles de leoneses durante todo el año.
Además, lo excepcional de algunos enclaves, como la Cueva de Valporquero, hacen que la Montaña Central sea el escaparate que muestra León a los visitantes. Así, esta cueva es, junto a la catedral y Las Médulas, uno de los lugares más visitados de la provincia (cerca de 75.000 visitas en 2019).
Como complemento de la cueva, el mirador de Valporquero es un lugar emblemático y una parada obligada desde el cual los visitantes contemplan el paisaje que las generaciones de leoneses han construido, su espectacular relieve, su vegetación y sus pequeños pueblos adaptados a las condiciones de este territorio.
En este territorio, la Montaña Central Leonesa, algunas empresas han promovido recientemente varios proyectos que pretenden construir cinco parques eólicos que suman un total de 57 grandes aerogeneradores, cada uno con una altura próxima a los 200 metros, en varios de los cordales montañosos más elevados, en los municipios de Vegacervera, Cármenes, Valdelugueros, Matallana, Carrocera, La Pola de Gordón, La Robla y Villamanín.
El mismo paisaje, tal y como está ahora mismo. JESÚS F. SALVADORES
Por su ubicación, estos parques eólicos serían visibles desde prácticamente todos los valles de montaña, desde los principales destinos turísticos, como Valporquero o Vegacervera e incluso desde la propia ciudad de León.
La inclusión de estos elementos en el paisaje supondría una fuerte alteración del mismo y sin duda afectaría notablemente al sector turístico con el que se quiere revitalizar la comarca, puesto que difícilmente se puede vender una imagen de naturaleza con aerogeneradores de 200 metros de altura en movimiento ocupando las zonas más elevadas.
Por ello, es necesario que técnicamente se realicen evaluaciones de impacto ambiental que analicen si los beneficios económicos y de generación de empleo de estos proyectos realmente son superiores al impacto negativo que tendrán sobre el medio físico, la flora, la fauna y el paisaje.
Pero más allá de los estudios técnicos y de las decisiones políticas, sería conveniente una reflexión de la sociedad leonesa en su conjunto sobre el paisaje que queremos construir y legar para a las siguientes generaciones y que pretendemos mostrar a los visitantes.
Es decir, ¿realmente deseamos que estos parques eólicos formen parte del paisaje de la Montaña Central Leonesa? La decisión es relevante, puesto que suponen una alteración muy significativa de nuestro patrimonio natural y cultural y, sobre todo, de nuestro paisaje, que es la seña de identidad de una sociedad. Por ello, si la respuesta es no, las instituciones deberían respetar la voluntad de los ciudadanos.
El Grupo de Investigación Geopat (Geomorfología, Paisaje y Territorio) está integrado por cinco geógrafos de la Universidad de León: José María Redondo, Rosa Blanca González, José Cortizo, Javier Santos y Amelia Gómez, que es la investigadora principal. Cuenta además con varios colaboradores de las universidades de León, Valladolid, Nacional del Sur (Argentina) y San José State (USA). El grupo realiza investigaciones sobre patrimonio natural, ordenación del territorio, paisaje y geomorfología, especialmente en la provincia de León.