CUIDADO, PIEL CON MASCARILLA
La situación que estamos viviendo actualmente ha cambiado muchas cosas, la manera de relacionarnos, interactuar y la de salir a la calle. Se ha introducido un nuevo elemento en nuestras vidas con el que muy pocos estábamos familiarizados: la utilización de las mascarillas faciales.
Se han convertido en un accesorio más de nuestro atuendo y lo seguirá siendo mientras dure la pandemia del covid-19.
El uso de las mascarillas, junto al lavado de manos, protege nuestra salud y la de los demás, pero pueden tener efectos adversos para nuestra piel, si no la cuidamos de la manera adecuada.
Mientras tengamos que usar la mascarilla, nuestra piel va a necesitar que la tratemos con un poco de cariño.
CUIDADOS FACIALES
DE NUESTRA PIEL
Queremos ofrecer algunas recomendaciones para que nuestra piel no sufra tanto los efectos negativos de la mascarilla.
Lo primero es conocer bien qué tipo de mascarilla utilizamos, y no usarla más tiempo del que está recomendado si son reutilizables, y si son desechables no más de 4 horas, su uso efectivo.
Es muy importante cuidar la piel y prestarle la atención que merece porque es la que actúa de barrera y de línea de defensa contra los agentes externos.
¿Cómo debe cuidarse la piel para evitar este tipo de problemas? ¿Debe limpiarse más? ¿Cómo? Tener una rutina de cuidado de la piel adecuada puede ayudar a evitar que surjan molestias cutáneas y desencadenar la aparición de problemas como acné, descamación de la piel, erupciones y picazón.
Limpia el rostro
con más frecuencia
Ahora que llevamos mascarilla se produce más humedad y sudoración donde tenemos cubierta la zona y por ello cobra aún más importancia la limpieza. Debemos utilizar un limpiador natural suave acorde con nuestro tipo de piel.
Recomendamos el uso de un jabón natural tipo Castilla (base de aceite de oliva virgen) donde podemos introducir las propiedades de varias plantas, como: caléndula, aloe vera, lavanda, avena, rosa mosqueta, romero, hipérico, etc.
Buscamos limpiar y a la vez cuidar nuestra piel, los limpiadores muy agresivos limpian muy bien, pero en exceso eliminan la protección natural de la piel, la emulsión epicutánea, o nuestra grasitud.
Tonifica la piel
Usando jabones naturales la tonificación la realizamos con agua fresca, estimula las células epiteliales y arrastra la suciedad. También es posible usar infusiones de plantas si queremos aportar sus propiedades, como las indicadas anteriormente.
Alimenta tu piel con
cremas hidratantes
Siempre es importante incluir una buena hidratación de la piel, pero ahora este paso cobra más relevancia. Al lavarnos el rostro con más frecuencia, necesitamos aumentar también la hidratación para mantener en buen estado la barrera protectora de la piel.
Debemos elegir una crema basada en ingredientes naturales que alimentarán y protegerán nuestro rostro, huyendo de los productos químicos.
Siempre se deben elegir según nuestro tipo de piel, ya sea seca, muy seca, mixta, madura, grasa, etc. Según esta cualidad escogeremos ingredientes distintos. Aceites de rosa mosqueta, argán, germen de trigo, almendra, oliva virgen, jojoba, arroz, aguacate, etc. Y principios activos siempre de origen natural.
Protege especialmente
los labios
Los labios sufren especialmente. Son la única parte de la piel del cuerpo que no segregan grasa para protegerse, y debemos ser nosotros quien les aportemos esa nutrición e hidratación que necesitan. Huyamos de derivados del petróleo, como las vaselinas o parafinas, y utilicemos productos basados en mantecas y aceites junto con la cera de abeja o alguna cera vegetal.
Naturkamo, escuela de
cosmética natural de León