Diario de León

Una sociedad de hipocondriacos

l La escritora Bárbara Blasco, Premio Tusquests de Novela por su obra «Dicen los síntomas»

mateo bazzi

mateo bazzi

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

yvonne malaver

La e, protagonizada por una mujer obsesionada por las dolencias y sus síntomas, considera que la pandemia nos hace interpretar todo a través de esta realidad y ahora solo vemos «enfermedad y coronavirus». «Como sociedad nos estamos haciendo un poco hipocondríacos», ha indicado Bárbara Blasco (Valencia 1972) en una entrevista con Efe tras la publicación de su novela, que transcurre en la habitación de un hospital donde agoniza el padre de Virginia y donde ella terminará relacionándose con el paciente que ocupa la otra cama. Para Virginia, obsesionada con las dolencias, los síntomas son más sinceros que las palabras. «Y aunque rechaza las metáforas sociales que hay en torno a las enfermedades no puede dejar de buscarle sentido a los síntomas», asegura Blasco. La novela hace referencia así al ensayo «La enfermedad y sus metáforas» que escribió Susan Sontag en 1978 y que fue ampliado con El sida y sus metáforas en 1988.

Así, recuerda Blasco, Sontag hablaba de las metáforas de la sociedad alrededor del cáncer, entonces una enfermedad tabú y silenciada, frente al halo que rodeaba la tuberculosis en épocas anteriores, cuando se asociaba esta dolencia a artistas e intelectuales.

No sabe todavía a qué metáfora se asociará la pandemia del coronavirus pero lo que le está pasando a la sociedad actualmente es lo que le ocurre a la protagonista de su novela: «si aprendes a interpretar la vida a partir de un elemento no puedes dejar de hacerlo. Y ahora solo vemos enfermedad y coronavirus y como sociedad nos estamos haciendo un poco hipocondríacos», dice la escritora.

La enfermedad, la familia y el amor conforman el triángulo en el que se basa la novela que, según el jurado que concedió el premio Tusquets, constituye «una narración mordaz de una mujer soltera en plena crisis de desencanto, tanto laboral como sentimental».

Porque, aunque la protagonista nunca ha mantenido una buena relación con su padre, se siente obligada a visitarlo a diario y permanecer en una habitación de hospital donde se ponen a prueba sus vínculos con su madre y su hermana, en un momento en el que la maternidad empieza a ser una urgencia para ella. «Se ha escrito mucho sobre la maternidad en un límite de edad y tampoco me apetecía tratarlo en profundidad, pero me interesaba la forma en lo que lo hace Virginia, robando el semen, sin consentimiento de los hombres con los que se acuesta, lo que le plantea un dilema moral, pero está desesperada y al límite», indica la escritora.

El otro protagonista de la historia es el nuevo paciente que llega a la habitación y ocupa la cama contigua a la de su padre, un hombre enigmático con el que irá compartiendo una relación ajena al ambiente hospitalario que les rodea.

La autora quiere reivindicar así un concepto del amor después de que hayamos echado «abajo» la idea del amor romántico. «La idea del amor romántico ha hecho muchísimo daño, ha hecho esclavas a muchas mujeres, también a hombres, pero sobre todo a mujeres», asegura la escritora que considera que, una vez que se ha «echado abajo» este concepto, en la actualidad parece que también queremos hacer lo mismo con la idea del amor, cuando es algo que sigue siendo fundamental.

tracking