Una terapia pionera contra las secuelas del covid

Modesto Casado, de 76 años, pasó la primavera pasada en la UCI. Empezó con un poco de fiebre y estuvo a punto de pasar a la otra orilla en tres ocasiones.

El covid salió de su cuerpo cuando negativizó el virus. Pero aparte de los anticuerpos, le dejó graves secuelas.

«No podía cerrar la mano, tenía el pulmón mal y arrastraba los pies. No tuve sabor de boca hasta hace un mes y hay alimentos que no puedo tomar: me amargan los dátiles y muchas frutas y las verduras me saben dulces...», relata.

Modesto es una de las cinco personas que participan en la terapia de rehabilitación para personas que han sufrido el covid de forma grave puesta en marcha por el Ayuntamiento de León.

«Queremos llegar a donde no llega la sanidad pública, que ofrece rehabilitación individualizada pero no en grupos», explica el médico municipal José Luis Conty.

Calentamiento y estiramientos. JESÚS F, SALVADORES

Este especialista en Medicina Deportiva sufrió el covid en carne propia. «Se vuelve a casa con una forma física muy baja. Caminar, ducharte... era como subir el Everest», recuerda de su vivencia.

Así que decidió preparar preparó un programa personal para ganar la capacidad aeróbica y la fuerza muscular que la enfermedad le había arrebatado.

Cuando se recuperó, decidió presentarlo a la Concejalía de Deportes del Ayuntamiento de León como un proyecto pionero y complementario a la rehabilitación que se da en el ámbito hospitalario.

El objetivo es que las personas que han sufrido el covid «mejoren la condición física para llevar una vida normal». Para ello se trabajan ejercicios que ayudan a recuperar la capacidad de respirar y la fuerza. Hasta donde se pueda, los ejercicios contribuirán a recuperar masa muscular.

En su caso funcionó —«antes de empezar a trabajar corría una hora diaria y nadaba otra hora»— y ya está viendo los primeros resultados entre las personas que han iniciado el primer curso de esta terapia.

Las sesiones de fisioterapia respiratoria forman parte del curso. JESÚS F. SALVADORES

«Han mejorado sobre todo a nivel muscular», comenta Conty. José Antonio, uno de los usuarios que más secuelas le mostraba los avances con el estiramiento del brazo en su nueva normalidad: «Antes de empezar no podía pasar de aquí —por la nuca— y ahora ya puedo peinarme».

La fisioterapia respiratoria es una parte fundamental de las sesiones, que comienzan con un calentamiento al uso: movimiento de tobillos, rodillas, caderas, respiraciones...

«Te anima porque te obliga a superarte y te motiva viendo a otros compañeros», indica Modesto.

José Antonio Gutiérrez Paredes, de 62 años, empezó con los síntomas el mismo día que se fue a casa por Erte. Tenía fiebre y una tos exagerada.

Cuando llegó a Urgencias no podía respirar: tenía un enfisema pulmonar bilateral. Estuvo 17 días ingresado con el oxígeno a tope y agradecido al compañero guardia civil que le partía las gigantescas pastillas del tratamiento. «Yo no tenía ni fuerza y él me ayudó», recuerda.

Eczemas en la piel, hematomas, dolores en un costado que le llegaron a un ingreso en coronarias, aunque por suerte su corazón resultó estar sano.

El curso tiene 8 semanas de duración con sesiones de una hora durante tres días a la semana por el que ya han mostrado interés ciudades como Salamanca y Huesca.

Es gratuito y además del trabajo que se hace en el Palacio de Deportes, en grupo y de forma individualizada, ofrecen pautas de ejercicios para casa. «Se trata de que asuman la costumbre de hacer ejercicio en casa», apunta Conty.

Los ejercicios buscan la mejora física y mental de las personas con graves secuelas. JESÚS F. SALVADORES

Las sesiones son dirigidas por una especialista en Educación Física y Deporte y cuentan con un grupo de fisioterapeutas del Colegio de Fisioterapeutas de León.

Se imparte en el Palacio de Deportes, donde tiene su sede la Clínica Deportiva que durante años ha sido el punto de referencia de los controles médicos del Ademar y ahora lo es de las Escuelas Deportivas Municipales, paradas por la pandemia.

La vida en una UCI transcurre la mayor parte de las veces en las sombras de la inconsciencia de los pacientes y en el caso de los enfermos de covid, boca abajo. Esta posición y la falta de movilidad minan el cuerpo de las personas que sobreviven a la enfermedad. Modesto perdió 11 kilos. «Ahora estoy por encima», admite.

La rehabilitación física tiene un impacto psicológico directo. «La sensación de ganarle terreno a la vida de antes importa mucho psicológicamente», comenta el médico. El programa pretende llegar «hasta donde se pueda sin perjudicar a nadie».

Los controles rutinarios de saturación periférica de oxígeno y la frecuencia cardiaca forman parte de la sesión. Las marcas y mediciones se apuntan en el cuaderno donde se pautan y explican los ejercicios que hay que hacer en casa. Además de las pautas de ejercicios de fuerza, musculación y aeróbicos, les han entregado una cinta elástica para practicarlos en casa junto con una bolsa.

El Ayuntamiento de León también cuenta con un programa de apoyo psicológico por la pandemia de covid para toda la población (987 53 92 89). En cuanto al curso dirigido a las personas que han sufrido la enfermedad de forma grave, ya está abierta la inscripción para el segundo curso que se impartirá a partir de enero. La inscripción para el próximo curso está abierta y se puede realizar a través del correo electrónico: medicinadeportiva@aytoleon.es y en el teléfono 987 212 033.