EL HECHIZO DEL ROMERO
De las virtudes del romero se podría escribir un libro entero, así dice el refranero español, y no es para menos.
Cómo no hablar del romero (Rosmarinus officinalis L.), la variedad más frecuente que todos hemos visto alguna vez, con su típica fragancia y sus flores azules que producen una miel muy sabrosa.
Tiene mucha historia, sobre todo, en toda el área mediterránea de donde es originaria y donde es muy típico en los campos cercanos a la costa. De aquí procede su nombre: ‘ros’ de rocío y ‘marinus’ por estar cerca del mar. La especie ‘officinalis’ se refiere a medicinas de uso común.
Huele fenomenal, sabe a campo, se cultiva muy fácil, se adapta a todos los espacios, al frío y al calor, siendo un clásico de huertos y jardines. Ideal para tener en casa por sus utilidades, sus escasos cuidados y su rapidez de crecimiento.
Propiedades del romero de uso tópico
Se utiliza desde la antigüedad en la medicina tradicional a nivel mundial, gracias a las múltiples propiedades que se le han atribuido históricamente.
Es una planta muy rica en principios activos y posee numerosas propiedades terapéuticas de uso tópico. Es muy recomendada para mitigar los dolores musculares y los calambres producidos por el esfuerzo físico, así como para desinflamar o relajar los pies, por lo que su uso es bastante frecuente entre los deportistas. Ayuda también a la acción estimulante del crecimiento capilar en los productos para el cabello.
Extracción de sus propiedades:
Una de muchas formas de utilizar esta maravillosa planta es extrayendo todos sus principios activos mediante maceración en aceite u oleatos. Se utiliza para preparar ungüentos, jabones, sales de baño, champús y aceites de masaje.
Basta con realizar baños de romero durante 15 o 20 minutos o con aplicar sobre la zona en cuestión oleato de romero para notar sus efectos beneficiosos.
Recolección de plantas terapéuticas
Estas son unas recomendaciones generales a la hora de recolectar uno mismo las plantas terapéuticas para uso propio:
Recogida:
Recolectar durante las primeras horas de la mañana, sin rocío, de un día seco y soleado.
Evitar siempre los lugares contaminados, como orillas de carreteras, linderos y lugares próximos a los campos cultivados.
Recoger solo las plantas sanas, limpias y secas.
Secado:
Nunca hacerlo al sol, pues perderán muchos de los principios activos, especialmente las esencias.
Hacerse a la sombra, en lugares bien aireados y exentos de polvo.
En tiempo cálido, las flores se secan en 4-8 días, y las hojas en 3-6 días.
Colocar las plantas sobre cartón, no sobre el suelo directamente. No usar papel periódico o impreso por causa de la tinta.
Las sumidades y las flores que no pierden fácilmente sus pétalos, se cuelgan atadas boca abajo.
Envase:
Envasar las plantas una vez bien secas y preferiblemente sin triturar.
Evitar los envases plásticos y utilizar recipientes de vidrio, cerámica o tela, aunque recomiendo las cajas de cartón. No es preciso que tenga cierre hermético.
Rotular los recipientes con el nombre de la planta, lugar de recolección y fecha.
Las plantas a las que les realicemos bien todo el proceso pueden conservarse con todas sus propiedades unos dos años.
(Recordad siempre que la información de este y todos los artículos escritos en esta sección de recetas naturales en ningún caso sustituyen la consulta, tratamiento o diagnóstico del profesional de la salud competente).
NATURKAMO, ESCUELA DE
COSMÉTICA NATURAL DE LEÓN