El panorama nacional
La semana más trágica de la segunda ola
España registró el martes el mayor número de fallecidos en un día desde finales de abril y superó el miércoles los 40.000 muertos
La semana que concluyó ayer dejó dos trágicos hitos en la lucha de España contra el coronavirus: el país ya ha superado los 40.000 muertos por covid-19, según la contabilidad del Ministerio de Sanidad (puesta en duda desde el inicio de la pandemia), y el martes se registró el récord de víctimas de la segunda ola, 411.
Los técnicos de Sanidad comienzan a vislumbrar ciertos signos de estabilización, pero las cifras de fallecidos nunca habían estado tan altas desde el final del estado de alarma, el 21 de junio. Hay que remontarse hasta la última semana de abril para encontrar una serie de jornadas consecutivas con más de 300 muertos diarios, como ha ocurrido entre el 9 al 13 de noviembre. Desde el 29 de octubre, Sanidad ha notificado todos los días más de 200 fallecidos y desde el 5 de noviembre, siempre más de 308, que fue el número de muertos del día 13.
Precisamente a este dato se aferran en el Centro de Emergencias y Alertas Sanitarias, que dirige por Fernando Simón, para mantener la esperanza de que ha pasado lo peor de la segunda ola, por lo menos, en cuanto a decesos. Desde el pico alcanzado el martes, con 411 fallecidos, los fallecidos han bajado ligeramente en los tres días siguientes, con 349, 356 y 308.
Sin embargo, no todos los indicios son positivos. El número de víctimas diarias tiene relación con los positivos detectados aproximadamente tres semanas antes, ya que la enfermedad muestra los primeros síntomas en los días dos, tres y cuatro tras el contagio, en las personas a las que castiga con severidad se complica a partir de las dos semanas y puede ocasionar la muerte en el entorno de los 21 días después de que el paciente se haya infectado por el virus.
Pues bien, en la penúltima semana de octubre, que es la que guardaría correspondencia con los datos de fallecidos entre el 9 y el 13 de noviembre, España osciló entre los 13.000 y los 20.000 nuevos contagios diarios. Sin embargo, durante noviembre, apenas se ha bajado de los 20.000 casos al día e incluso se han llegado a notificar más de 25.000 en varias jornadas, lo que hace prever que los datos de fallecidos no van a mejorar, sino que incluso podrán empeorar, en las próximas semanas.
Tampoco invita al optimismo otro indicador, la tasa de incidencia acumulada a 14 días por cada 100.000 habitantes. Tras 16 días situada por encima de los 500 casos, el pasado viernes se quedó ligeramente por debajo de esa barrera, con 498. Pero esta curva no está mostrando señales de que pueda ser doblegada fácilmente.
Pero la tabla de fallecidos no se engrosa únicamente con los datos diarios. El 4 de noviembre, el Ministerio de Sanidad realizó un nuevo reajuste y añadió de golpe 1.326 muertos más, que no correspondían a las últimas semanas, sino a los momentos más duros del coronavirus. "Durante los meses de mayor incidencia de la pandemia, marzo y abril, con la mayor presión asistencial y sobre los servicios de salud pública, se empezó a utilizar información agregada para restar presión burocrática a los sistemas de salud de las comunidades autónomas y que pudieran focalizar el esfuerzo en la asistencia sanitaria", dijo Sanidad. Una vez verificada la calidad de la información individualizada actualizada por las comunidades, explicó el departamento de Salvador Illa, se produjo la actualización de los datos.
Con todo lo anterior, resultaba evidente que la cifra total de muertos iba a alcanzar nuevas cotas, y así lo hizo el miércoles, cuando sobrepasó la barrera psicológica de los 40.000 fallecidos, con 40.150. En concreto, este viernes (últimos datos facilitados por el Ministerio), ya se encontraba en 40.769.
Y todo ello, siempre de acuerdo a los datos oficiales de Sanidad, que siguen sin concordar con los de otros organismos oficiales. En su informe Momo, el Instituto de Salud Carlos III ya sitúa el exceso de mortalidad desde el inicio de la pandemia (incluyendo víctimas directas e indirectas) en 63.345 personas, una cifra similar a la que ofrece el Instituto Nacional de Estadística, que también está contabilizando los fallecidos desde marzo. Son guarismos muy superiores a los de Sanidad, que sólo incorpora a los fallecidos que hayan dado positivo en un test de coronavirus. Pero durante las primeras semanas de la emergencia sanitaria muchos fallecidos lo hicieron sin que se les sometiera a pruebas, dado que España no tenía capacidad para realizar PCR ni disponía de otro tipo de tests.