Escocia resucita a las Baccara
El dúo español triunfa de nuevo, 43 años después, con la mítica ‘Yes Sir, I can boogie’
El dúo español Baccara triunfa de nuevo, 43 años después, con su canción «Yes Sir, I can boogie» de la mano de la selección escocesa de fútbol y no son pocos quienes en Escocia ya piden que el tema sea el himno del equipo para la próxima Eurocopa.
El superéxito discotequero de los setenta se ha convertido por ahora en himno oficioso del conjunto escocés y los jugadores de la selección celebraron su pase a la próxima Eurocopa tras derrotar a Serbia el pasado jueves coreándolo a pleno pulmón en los vestuarios tras el partido.
Por si quedasen dudas, María Mendiola, una de las integrantes del dúo junto a Mayte Mateo, declaró este lunes a la emisora BBC que estaría encantada de volver a grabar el tema de cara a la competición que se disputará el próximo verano en diferentes países europeos.
«¡Por supuesto! ¡Si me lo piden, lo haré directamente!», reconoció una entusiasmada Mendiola en el programa «Good Morning Scotland». «Con la pandemia estaba sentada en casa, porque no salgo, pero esto me ha levantado el ánimo de una manera inimaginable», añadió.
Tras ocupar el número uno en las listas en Reino Unido en 1977, «Yes Sir, I can boogie» vuelve ahora a encabezar los éxitos en las emisoras musicales y ha alcanzado el «top 3» de la ‘Big Top 40’ de Global Radio, por encima de artistas como Sam Smith, Miley Cyrus o Ariana Grande.
«Siempre agradeceré al equipo escocés, especialmente a Andrew Considine, hacerme tan feliz después de 43 años», añadió Mendiola.
La celebración después de eliminar a Serbia en los penaltis fue un homenaje de los futbolistas a su compañero Andrew Considine, de 33 años, suplente en el histórico partido, y que se situó en el centro del festejo en los vestuarios mientras bailaba.
Este jugador escocés, vestido de «drag-queen», había grabado hace cinco años un videoclip con la canción para el día de su boda, mostrando sus «dotes» para el baile.
Tras su victoria en Belgrado, el equipo nacional escocés se clasificó para una Eurocopa por primera vez desde 1998, un motivo de celebración que bien requiere un himno a la altura