El emblema culinario de Barcelona
l Un libro rescata la historia y curiosidades de la Boquería coincidiendo con su 180 aniversario
efe
La Boquería es «un pequeño microcosmos de lo que es la ciudad», un mercado construido sobre los escombros de un convento incendiado y, ante todo, un símbolo universal de Barcelona que este 2020 celebra sus 180 años alumbrando un libro que repasa su historia. El propio recinto del mercado ha acogido la presentación de la obra, en la que han participado sus dos autores, la responsable de comunicación de la Boquería, Matilde Alsina, y el jefe del departamento de Mercados del Instituto Municipal de Mercados de Barcelona, Genís Arnàs. Dividido en seis capítulos, el libro no repasa por orden cronológico lo vivido por la Boquería, sino que, a través de un «criterio temático», revisita «la fuerte relación entre el mercado, la ciudad y los barceloneses». Originalmente emplazado en la Rambla, por aquel entonces poco más que una simple riera, la Boquería se trasladó a su actual ubicación donde meses antes el convento de Sant Josep, en aquel momento ya vacío, fue reducido a cenizas en 1835 por una multitud. Explica Alsina que algunos habitantes de la ciudad presenciaron una insulsa corrida de toros en la plaza de la Barceloneta y mostraron su enfado subiendo por la Rambla y quemando el convento, en el marco de un clima anticlerical motivado por la guerra carlista.
Así, con la explanada arrasada, el 19 de marzo de 1840 se puso la primera piedra del actual mercado, si bien la Boquería formaba parte de la vida de los barceloneses desde el siglo XIII. Pese a los años vividos, la Boquería no ha perdido su carácter de mercado provisional, pues se encuentra en una plaza, la de Sant Josep, que se proyectaba similar a la plaza Real, es decir, con una fuente en el centro y amplios espacios en sus alrededores.
Una de las curiosidades que explican los autores es de dónde proviene el nombre: de la carne de chivo (boc, en catalán). Y es que «en origen era una carnicería de carne de ‘segunda calidad’», indica Alsina: se podía vender solo cabra, chivo y oveja, y de cerdo en casos concretos.
Algo que no es de extrañar, porque se ubicaba cerca de «donde vivían las clases más populares». El mercado de carne de ‘primera calidad’, por contra, se situaba por aquel entonces en la actual plaça dels Àngels, donde hoy se encuentra el MACBA. Los autores también han investigado el origen de la característica cubierta del mercado: se suponía que se había hecho en la Maquinista de Sant Andreu, pero resulta que fue obra de la fundición de la familia Torras, en el Poblenou, encargada también de hacer el andamio de la estatua de Colón, unos metros más abajo del mercado.
Un mercado que, según ha destacado Arnàs, ha cerrado sus puertas al público un solo día durante todo este periodo de tiempo, más allá de festivos. Ha vivido dos cambios de siglo, una Guerra Civil, numerosos cambios de régimen e incluso ahora una pandemia, pero el único día que cerró sus puertas fue el 18 de agosto de 2017, un día después del mortal atentado yihadista de la Rambla, con las fuerzas policiales todavía buscando al terrorista que conducía una furgoneta. La Boquería ha debido hacer frente a importantes transformaciones a lo largo de su historia: de mercado mayorista a minorista, ha tenido que adaptarse en los últimos años a la creciente presión turística y ahora la crisis de la covid-19 obliga a los paradistas a adentrarse en el mundo de la tecnología.