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Publicado por
León

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alfonso garcía

Las tragedias y dolores de la guerra civil, en realidad la lucha por la vida con todos sus claroscuros, no tendrían final. Cada participante tiene su propio recorrido. Este es uno de ellos. Ángel de Paz Fernández traza, tantos años después, el de su padre, Francisco de Paz Álvarez (Noceda del Bierzo, 1911), a raíz del Diario de guerra que fue escribiendo durante la contienda en los muchos frentes a los que fue destinado. Aquí queda reconstruida la trayectoria vital de este maestro separado del servicio por razones ideológicas y, sin embargo, prestando sus servicios en el ejército franquista: «¡Qué paradojas! El socialista, con los franquistas; el creyente, con los ateos… Hermano frente a hermano, ambos en el bando equivocado, intentando reunirse en el fragor de una guerra…», escribe Víctor-M. Amela en el Prólogo.

El eje central de este relato lo ocupa, lógicamente, el Diario, que, como escribe Ángel de Paz, «es un diario escueto; pero tiene, a mi juicio, dos virtudes que nadie le puede discutir: está escrito en medio del fragor de la guerra y no ha sido luego afeitado ni retocado para acomodarlo a las circunstancias». Frases breves, pinceladas casi impresionistas, justas en su voluntad descriptiva o como enunciado de hechos, circunstancias, pueblos, topónimos, acciones de guerra, amigos y compañeros, anécdotas…, un verdadero documento, escrito con la sencillez, pero con pulcritud, de quien narra momentos y da gracias por haber sobrevivido. Atractivo.

Insertado el Diario en el justo proceso histórico personal, el antes y el después de la vida de nuestro personaje, su semblanza es trazada por su hijo de forma sencilla, contextualizando aspectos –como hace con algunas anotaciones a pasajes determinadas del «Diario»- que ayudan a comprender la peripecia vital de Francisco de Paz, el cabo Nonide, así conocido entre los soldados por el parecido con un capitán de tal apellido. Ángel de Paz cumple ahora con «esta especie de obligación filial» al publicar este libro, atractivo y sincero, documental y humano, que aporta otra mirada a aquellos tiempos de tanta dureza. Su lectura, sin embargo, nos permite respirar paz, concordia y bondad. Un gran ejemplo.