MANOS A LA OBRA

En el día a día las manos hacen muchas cosas por nosotros, son la herramienta imprescindible que utilizamos para tocar, agarrar, sentir, reconocer, sujetar, manipular, acariciar… Tal es su complejidad que pueden realizar actividades sumamente delicadas y precisas como escribir, pintar o enhebrar una aguja, pero también nos permiten realizar labores pesadas y que requieren aplicar más fuerza que destreza.

Usamos además las manos para sentir si algo está frío o caliente, áspero o suave, y para toda esa variedad de funciones, nuestras manos tienen la versatilidad y capacidad de adaptación.

Independientemente de la cultura o del contexto social, las manos son una parte vital porque definen quiénes somos y cómo nos vemos a nosotros mismos.

Incluso cuando hablamos, las manos son parte importante de nosotros y de lo que decimos. Las manos ayudan a muchas personas a expresarse cuando hablan. Hay un viejo dicho que dice: «Si quieres que deje de hablar… ¡átame las manos!». Probablemente conozca a personas que no pueden hablar sin usar las manos como ayuda visual.

La importancia

de cuidarlas

La piel de las manos es casi tan sensible como la del rostro y su estado dice mucho de nosotros. Sin embargo, esta parte del cuerpo está permanentemente expuesta a las agresiones externas, al sol, al frío, al calor, al agua y a una serie de productos químicos que acaba delatando el paso del tiempo, en forma de arrugas, manchas, sequedad y rugosidad al tacto.

Las manos muy secas pican, dejan una sensación de tirantez que pueden llegar a agrietarse y son el resultado de una falta de tejido hipodérmico, que impide que la piel de las manos sea capaz de regenerarse por sí misma, por lo que es necesario intensificar la hidratación.

No solo se trata de llevar una bonita manicura, las manos necesitan una serie de cuidados específicos, que son muy fáciles de realizar cada día.

Natur - Consejos para

unas manos sanas

Debemos llevar siempre en el bolso una crema hidratante de manos natural y la aplicarla tantas veces consideremos necesario, siendo ideal para cuidarlas, ya que en estos tiempos están sometidas a lavados continuos y uso de geles frecuentemente.

—Hidratar, hidratar e hidratar. Y mejor antes de acostarnos. Así nuestras manos descansan, mientras se van regenerando.

—Comprar cremas naturales con aceite de caléndula o rosa mosqueta, almendras o aloe vera, son un remedio rápido. Suavizan de inmediato la piel estropeada, la protegen y estimulando el proceso de regeneración.

—En invierno proteger con guantes. El frío y el viento son grandes enemigos de las manos, sobre todo, si nuestra piel es seca. En los días más fríos, lo mejor es llevarlas cubiertas con guantes.

—Utilizar cremas con factor de protección solar. Cuando vayamos a la playa o la piscina, no debemos olvidar aplicar el protector solar también en las manos, si no queremos que aparezcan las temidas manchas.

—Ponernos guantes para realizar las tareas domésticas. Los productos químicos, detergentes y el agua deterioran mucho las manos, y también las uñas. Así que la mejor protección es realizar todas las tareas con guantes.

—No olvidar la exfoliación. Si nuestras manos no presentan ningún tipo de grietas o sangrado, es recomendable al menos una vez a la semana. Eliminaremos las células muertas y estaremos activando la circulación. nuestras manos estarán más suaves y luminosas.

Naturkamo, Escuela de

Cosmética Natural de León