Así son, así eran: las habitaciones
Dormir con dosel o cabecero de viejas puertas
No han desaparecido los doseles de las camas, pero en las nuevas habitaciones, amplias, confortables, modernas, se han reciclado las viejas puertas del Parador, que no cumplían los requisitos imprescindibles contra incendios y que, en pleno siglo XX, no eran ignífugas. Así es como, con un tratamiento adecuado, se han convertido en los cabeceros de las camas. Es la aplicación en la práctica de una corriente de este siglo, la del reciclaje, la de no destruir todo aquello que es servible. Sobre las camas, además, mantas artesanas del Val de San Lorenzo, cosas de la tierra para una obra universal.
FERNANDO OTERO PERANDONES