ESENCIAS A NUESTRO ALCANCE
Las flores de las plantas, sus hojas, raíces y hasta las semillas pueden aprovecharse para crear diferentes extractos naturales que van a servirnos para cuidar nuestra piel a través de sus excelentes propiedades.
Una de las formas de poder aprovechar los principios activos de las plantas, de forma simple y que todos podemos hacer en casa es un oleato. Un oleato es un aceite que ha extraído los principios activos de las plantas mediante un proceso de maceración. Durante un tiempo determinado, las plantas se maceran en un aceite vegetal y van traspasando sus principios activos a dicho aceite, consiguiendo así unos extractos vegetales para la elaboración de distintos productos: aceites de masaje, bálsamos labiales, pomadas de todo tipo, tratamientos para el cabello, cremas hidratantes, jabones entre otras aplicaciones, de cosmética natural.
La utilización de esta técnica con fines terapéuticos remonta a civilizaciones como la egipcia, china, india, griega y romana. Estas culturas ya los consideraban como una de las formas más antiguas de medicina y cosmética.
Técnica recomendada para la extracción de planta:
La maceración en frío. Es un método mucho más lento que el caliente, donde corremos menos riesgos de, por ejemplo, pasarnos con la temperatura y estropear nuestro oleato o macerado de planta.
Algunos de los aceites base más utilizados en cosmética natural son: aceite de oliva, aceite de almendras, aceite de jojoba, aceite de arroz, aceite de girasol o aceite de soja. La elección del aceite dependerá del uso final que le queramos dar.
Por lo general, se suele utilizar materia vegetal seca, aunque en algunos casos, se utiliza la planta fresca. El principal problema de la materia vegetal húmeda es que la cantidad de agua que la planta contiene naturalmente puede propiciar la aparición de hongos y moho. Por eso es mejor que utilicemos planta seca y si es orgánica o plantas de nuestro jardín es mucho mejor.
Los oleatos suelen conservarse en buen estado por seis meses y hasta un año. Además, para evitar que el aceite se enrancie más rápidamente, es importante protegerlo de la luz directa, la humedad, el calor o el contacto constante con el aire. La mejor elección es utilizar botellas cerradas herméticamente. Para ralentizar el proceso de enranciamiento podemos añadir un 1% de Vitamina E que actuará como antioxidante.
Naturkamo, escuela de
cosmética natural de León