cartas al director

c Pilar G. Llamazares escribe de l@s ‘Maestr@s invisibles’: «Este gran colectivo siempre está entre los más ignorados. Ya es un tópico decir que cuando el niño va bien es que es inteligente y cuando va mal es por culpa del maestro. Sin embargo todos tenemos un maestro carismático en nuestra vida. Recordamos a aquellos que nos ayudaron a entrar en la escuela y que hacían de sustitutos de nuestros padres o a aquellos que nos hicieron fáciles las matemáticas, aquellos que nos enseñaron la historia como un cuento, aquellos que nos llevaban de excursión y lo pasábamos pipa, aquellos que nos enseñaron el sujeto, el predicado y la ortografía, aquellos que nos animaron a escribir, o esos que nos iniciaron en la investigación. Yo tengo el mío propio, D. Virgilio, con una voz de locutor de radio.

Es una tarea ardua, la de enseñar, pero generalmente estos profesionales ponen mucho amor y los niñ@s aprenden por contagio.

Hoy a todo eso, por si fuera poco hay que añadir la pandemia. Durante la primera ola muchos profesionales de la educación tuvieron que aprender el manejo de programas y aplicaciones y así minimizar la pérdida de los aprendizajes necesarios para pasar de curso. Ahora durante la segunda parte cuando todos pronosticábamos que los cierres de los colegios sería cosa de poco tiempo, ahí están enfrentándose a este gran caos y haciendo las veces de padres, profesores y sanitarios, creando un ambiente agradable para que los niñ@s no se traumaticen con las consecuencias desastrosas de esta pesadilla que no acaba nunca.

Cuando tenemos que entrar de uno en uno en la administración , en los comercios, en todos los lugares con aforo limitado, ahí están los maestr@s, con una ratio de 20-25 niños dándonos ejemplo de profesionales como la copa de un pino. Pero a ellos nadie los aplaude, ni se agradece su labor como se merecen. Son los héroes invisibles de la vida».

c Prisciliano Castillo Arredondo titula su carta ‘Estos presupuestos…’: «Con vergüenza, bochorno; con rabia he visto el resultado de la votación de los Presupuestos del Estado. Ha sido una auténtica almoneda que ha montado doctor fraude para seguir en el colchón monclovita. Ha repartido, vendido, dilapidado diría yo, miles de millones de euros, prebendes, exenciones y hasta regalos como lo del cuartel Loyola. Todos los que lo han apoyado saben que todas los auténticos técnicos y entidades económicas no los ven plausibles, que son fallidos, que hundirán más a España; pero han ido por  lo suyo.  Mirando el currículo de cada facción, a ninguno le interesa España; es más, utilizarán lo recibido para hundirla y repartirse los trozos. No lo conseguirán; ya dijo Bismark, que llevamos siglos intentándolo y no se ha conseguido. Separatistas y filoetarras lo han declarado públicamente. El PNV, como siempre, ha ido a lo suyo, a poner el cazo y a ver lo que puede sacar; si además llega un regalo inesperado, mejor. En España venimos votamos al partido que va a ser exprimido por los pocos votos del PNV; en ellos tampoco hay engaño.

Pero que, partidos minoritarios como Comis, C. Canaria, el de Cantabria, (vaya lo que consigue Revilla con su verborrea mediática), y el de Teruel se hayan vendido por la calderilla de unos milloncejos para sus terruños, sin importarles los demás españoles; es inexplicable.

Todavía más inexplicable es que todos los 120 diputados socialistas, partido que ha gobernado largos periodos con auténtico sentido de estado, con esta votación están resucitando el Frente Popular del 36. ¿Es que no hay ninguno que, rompiendo la disciplina de voto, se sacrifique y vote en conciencia? ¿Ni uno solo piensa que están poniendo las bases para implantar aquí el régimen chavista, patrocinado por sus compañeros de coalición? Seguro que sus nietos, cuando se vean como ahora están los venezolanos, les pedirán cuentas. Ahí lo dejo».

 

c Reyes Pascual escribe del ‘Ministerio del Deporte’: «Mis padres fueron también ganaderos, empecemos por ahí. Cuando un lobo, una enfermedad o un accidente acababan con la vida de ganado, no tenían al Ministerio detrás para aflojarle la pasta por las pérdidas. Y si el ganado estaba en el monte, ya se encargaban bien de cuidarlo, por la cuenta que les traía. Ahora ha cambiado el cuento. Existen unos seguros (aunque nadie se explica que se llamen así) que protegen estas ‘incidencias’. Al igual que hacen tantos autónomos en este país y no tienen coronel que les sufrague. Así que exigencias las justas, señores, que lo suyo es lucro. Es su negocio, cuídenlo. Otra cosa es el sectarismo de nuestros amigos los cazadores, esos deportistas que poseen el don de controlar sobre las especies. Ellos quieren decidir qué erradicar de la faz de la tierra o qué no, y se la bufa el naturalismo absolutamente. Qué pena vivir donde todo se valora en billetes. Las asociaciones de cazadores se empeñan en demostrar que sobran los animales, mejor que queden solo los que se puedan cazar y listo. Habría que consultar quienes son los bichos realmente. Hay muchos medios periodísticos que dan cobertura a semejantes propuestas, como si se tratara de meras opiniones en vez de información veraz, que es lo que merecemos. ¿A alguien le interesa otra cosa?

Y en esta CC AA, en las dos regiones, donde el consejero de Medio Ambiente se baja los pantalones ante la presión del presidente de caza, quedamos ojipláticos ante el cambio de Ministerio que se produce. Resulta que es el consejero del deporte de caza, tócate la nariz. Todos hemos visto como queda en evidencia en la mayoría absoluta de veces que sale en los medios defendiendo al nuevo ministerio y no al anterior. Será que cobra más de éste, o que debe favores, quién sabe… pero defender a ultranza la caza y no la natural pervivencia de lobos y otras especies demuestra que hay consejerías han degenerado mucho, y deberíamos de plantearnos si merecen el cargo y sueldo que cobran.

Aprenda usted de esos ganaderos que sí proponen medidas lógicas, que buscan una armonía que está lejos del equilibrio que usted no consigue. No queremos ver imágenes grotescas de individuos que cuelgan es sus manos las tripas de un animal, porque eso, amigo, no es un deporte por mucho que usted sea su defensor a ultranza. Ojalá no fuera partidista y demostrara la misma vehemencia en otras luchas por las que sí le pagamos todos. En su conciencia y en las de los que son como usted, queden esas balas».

¿Estas Navidades realizará algún viaje para poder reunirse con sus familiares como lo hacía otros años?

SÍ 19%

NO 81%

Cree que se hicieron los esfuerzos suficientes para conseguir el Centro Europeo de Ciberseguridad?