Horizonte sostenible
Un plan para el gas radón
Esta semana comentaba con un compañero de trabajo la cantidad de riesgos naturales que nos rodean y de los que no somos conscientes y me vino a la mente el grave problema silencioso que rodea a muchas de las casas y edificios en los que vivimos: la presencia de gas radón. Un estudio español ha confirmado que dosis altas de este gas fantasma, cuando se concentra en el interior de edificios, duplican el riesgo de cáncer de pulmón en las personas que nunca han fumado. «La exposición al radón ha sido clasificada como el factor de riesgo más importante para el cáncer de pulmón en nunca fumadores y el segundo en fumadores por la Organización Mundial de la Salud», dice el profesor de Medicina preventiva y salud pública de la Universidad de Santiago de Compostela y miembro de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), Alberto Ruano. El gas radón se genera en el proceso natural de desintegración radiactiva del uranio, presente en muchos de los suelos de la Península. Los suelos graníticos, arenosos y gravas favorecen que el gas aflore a la superficie porque son más porosos, mientras que los arcillosos y compactos, menos permeables, dejan que emane una menor concentración de radón. Teniendo en cuenta estos criterios, geológicamente Galicia, Extremadura y la Castilla y León más oriental son las zonas geológicamente más propensas a presentar emanaciones de radón más importantes. El Consejo de Seguridad Nuclear, en colaboración con centros de investigación y universidades españolas, ofrece en su web un mapa del potencial de presencia de radón en la geografía española (www.csn.es/mapa-del-potencialde-radon-en-espana) La emanación de gas radón en el exterior no supone problema alguno.
La problemática surge cuando este gas entra en nuestras casas a través de las tuberías, desagües, grietas de los forjados, etc. y hace que sus habitantes convivan durante largos periodos de tiempo sujetos a la exposición. Teniendo en cuenta todos estos datos es importante remarcar que todavía no existe un plan nacional de radón ni se ha aplicado la norma sobre radón en el código técnico de edificación.
«Desde la Ventana de Babia te informamos que podemos consultar en el mapa del CSN el nivel de riesgo de gas radón en nuestra zona».
¿Qué podemos hacer? Podemos consultar en el mapa del CSN el nivel de riesgo de nuestra zona y también podemos pedir información a nuestro ayuntamiento (según la directiva 59/2013, las administraciones locales y estatales deben proporcionar esta información a sus ciudadanos). Si vivimos en una zona de riesgo, el siguiente paso es realizar una medición en nuestra casa para conocer si está afectada o no. En caso de estar afectada, podemos colocar membranas para impedir que el radón entre en la vivienda, realizar trabajos de despresurización del subsuelo e instalar sistemas de ventilación mecánica forzada.
Por término medio, una obra de estas características puede tener un coste de entre 3.500 y 6.000 euros, pero actualmente se pueden solicitar subvenciones de hasta el 40% del total del coste de las intervenciones. Lo más efectivo, sin duda, sería que la Administración se tomara el tema en serio e incluyera medidas de protección obligatorias en el Código Técnico de Edificación. ¿Conocíais esta problemática? Desde la Ventana a Babia intentamos proporcionaros toda la información sobre este tema para que podamos exigir a las Administraciones correspondientes que actúen con responsabilidad hacia los ciudadanos.