Cocido gordonés

Tal vez Federico Ordóñez y Jacoba Fernández no dieran crédito si vieran que su cocido gordonés está metido ahora en un tarro de cristal, ya hecho, en conserva, sin conservantes ni colorantes, listo para calentar en casa y comer. O tal vez sí. Porque este matrimonio que tomó en 1948 las riendas de la pequeña tienda de ultramarinos que Bernarda, la madre de Federico, regentaba en Geras de Gordón fue pionero, le gustaba innovar. Así fue como llevaron a su tienda productos inimaginables en la comarca y la convirtieron en precursora de un supermercado. A su manera. El germen de Embutidos Entrepeñas. Y mientras Federico estaba detrás del mostrador o preparando los embutidos, Jacoba creaba, con los productos de la pequeña fábrica, delicias en una modesta posada pegada al negocio familiar. El mesón terminó convirtiéndose en hostal, porque con la nieve no había quién iniciara el camino de regreso al hogar, así que la tienda de Geras se transformó en casa de comidas y bebidas, parada y fonda, lugar de viandas, noche y filandón. Y en referencia en la comarca.

La siguiente generación, que aún sigue, la de Chano y su mujer Raquel, Manolo y Rosa María y el tercer hermano, Nardi, continuó la impronta familiar y levantó la fábrica de embutidos y el restaurante. Y la última, la de ahora, la de los seis biznietos Ordóñez de Bernarda, ha llevado el negocio a los nuevos tiempos. No son sólo las cuatro tiendas abiertas en León y las tres de Asturias —en Oviedo, Gijón y Mieres—, es la transformación I+d+i del negocio familiar creado hace 72 años. Y el cocido gordonés que es delicia en el plato en Geras está metido ahora en un tarro de cristal. Con todo, con sus carnes, su berza, los garbanzos, la morcilla... Para calentar en microondas, al baño maría o en una sartén como toda la vida. Para dos. 15 euros.

Es la última innovación. Lo último después, claro, de los untables de cecina, chorizo y salchichón, de la morcilla en conserva de cristal, sin piel, lista para calentar, de los preparados de mollejas guisadas con pimentón y los callos con chorizo, de los choricines achorizados para meter al microondas, de la esencia de cecina en caldo o del tarjetón para felicitar la Navidad, 5 euros, con mucho sabor porque lleva un sobre de 100 gramos de cecina. Sin olvidar la tradición de los productos de León al estilo de siempre, bien cortada la cecina y el chorizo de León, auténticas joyas gastronómicas, la lengua, el lomo y el jamón, los quesos y una carta de los mejores postres leoneses.

Todo en las tiendas y también en la tienda online. O en el restaurante de Geras, epicentro de todas las rutas de montaña del valle, en donde degustar los manjares eternos, como el guiso montañés de cordero, o la nueva cocina con sus arroces con chuletón y alma de cecina.

Es la herencia renovada de aquel primer Ordóñez, que sigue viva en Geras y en León. Esencia leonesa en Embutidos Entrepeñas.