el sabor de la tradición

En los albores de los sesenta nace una pequeña empresa familiar. El valle de Laciana es el paisaje que alumbra Casa Herminia, en La Estrada, un estalecimiento que siempre tuvo fama por su buen comer y beber entre la gente de la zona. «Sobre todo, entre los extraños que llegaban al valle a trabajar y buscaban un sitio donde sentirse como en casa», subraya Montse Méndez Rivera. La empresaria destaca que la base del local era la matanza, una tradición que nunca perdieron y que la propia familia realizaba. «Criábamos unos pocos cerdos y alguna vaca y nuestra forma de elaborar pasó a la siguiente generación», añade. Fue así como nació Cecinas Leitariegos S.L, una fábrica de embutidos situada en la localidad de Azadinos y dirigida por Montserrat Méndez donde la familia elabora de manera totalmente artesanal toda su variedad de productos. Disponen de dos líneas diferentes: una de curados y otra de fresco. «Para nosotros la mayor satisfacción es cuando nuestros clientes nos dicen que realmente nuestro embutido es como el que se hacía en la casa del pueblo toda la vida», explica Montse, que se refiere al olor y al sabor de un tiempo pasado en el que todo se hacía de manera distinta. «Ese era nuestro objetivo cuando nos embarcamos en esta aventura hace ya casi 20 años y sabemos que lo hemos conseguido», dice con orgullo, al tiempo que cita la ayuda imprescindible que ha recibido de Emilio, Ivan, Angel y Hector. Asimismo, precisa que el mejor escaparate de sus productos se encuentra en la cervecería Naguare, situada en la Calle Cruz Roja de León, en el barrio de Eras de Renueva. D rigida por Loren Iglesias Valles, los clientes pueden degustar allí todos los productos de Cecinas Leitariegos en su gran variedad de tapas. «Además cuenta con la ayuda de María y Alvar, que forman un equipo humano difícil de igualar y que han conseguido lo que pretendían, recordar aquellos años 60 del comienzo donde los clientes no eran clientes sino una gran familia donde se sentían como en casa».