Diario de León

El guionista de ‘Ciudadano Kane’

l Gary Oldman encarna en el cine a Manckiewicz

El actor Gary Oldman como Herman Mankiewicz, durante una escena de la película.

El actor Gary Oldman como Herman Mankiewicz, durante una escena de la película.

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León

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maría estévez

Hace tres décadas, un actor londinense llamado Gary Oldman se metió en la piel del bajista de los Sex Pistols en la película Sid and Nancy, dejando al personal fascinado con el punk. Nació un actor sin miedos, tenaz, vibrante, distinto, con personajes inolvidables. A sus 62 años, Oldman protagoniza Mank, un una película sobre la historia del guionista de Ciudadano Kane que cuenta con el director David Fincher. El libreto de Mank lo firma Jack Fincher, el padre del realizador, que admiraba tanto al mordaz y alcohólico Herman Mankiewicz que decidió investigar a fondo su carrera. Mank, un judío que, como tantos otros, tuvo que recortarse el apellido, fue artífice de grandes éxitos de Hollywood durante los años 30. La historia comienza con un Mank bajo la presión de terminar el guión de Ciudadano Kane mientras se recupera de un accidente automovilístico. Filmada en blanco y negro, coloca a la plataforma Netflix ante su posible primer Oscar a mejor película.

—¿Cómo calificaría a Mankiewicz?

—Un hombre con una inteligencia fascinante y una capacidad de autodestrucción enorme. Para mí ha sido muy difícil conseguir entender este papel porque no tenía suficiente información personal sobre él. David me pidió que actuara sin artificios, sin esconderme detrás de maquillajes o pelucas y yo estoy muy acostumbrado a crear los personajes con físicos diferentes al mío. Por eso ha sido un reto mostrarme tan desnudo dentro de mi propia piel, porque interpretaba a un hombre que se odiaba a sí mismo.

—¿Le considera un genio?

—Intelectualmente lo era. Un hombre que rendía al máximo bebiendo ingentes cantidades de alcohol y así funcionaba. Escribió diálogos trepidantes, secuencias de acción, escenas con enigmas; él entendía siempre cómo debía fluir la narración de un guión. Cuando trabajó en El Mago de Oz, fue idea de Mank que la historia de Dorothy en Kansas fuera en Blanco y Negro y en Oz fuera en Technicolor. Su mente iba siempre a mil por hora. Buscaba la excelencia y nunca conseguía lo que anhelaba.

—La vida de Mankiewicz fue muy turbulenta, pero la película se centra únicamente en su lucha por terminar el guión de ‘Ciudadano Kane’.

—Sí. Queríamos mostrar su mente autodestructiva empapada en alcohol mientras aparecía su vulnerabilidad. Mankiewicz era un desconocido; todos sabían quién era, pero nadie conocía detalles de su vida privada. Era un hombre de un talento increíble, considerado el más inteligente de Hollywood y el mejor escritor de su época, pero nadie, ni Howard Hughes que fue su mayor patrocinador, conocía los detalles íntimos de su vida.

—Acabaron el rodaje unas semanas antes de que empezara el confinamiento por la pandemia. ¿Cómo lo ha vivido?

—Ha sido un periodo muy extraño y complicado para todos, también para mí. Yo lo pasé confinado en Palm Springs, paseando por el desierto, pero ahora estoy en Londres, donde he empezado el rodaje de la serie Slow Horse.

—La película ‘Mank’ suena con fuerza para muchos premios.

—Este es un año muy raro y Netflix está posicionando la película muy bien. Ojalá la pueda ver mucha gente, porque eso es lo que realmente deseo.

—¿Qué significó para usted ganar su primer Oscar?

—Ganar un Oscar siempre tiene un significado especial. Pero ganarlo interpretando al que fue uno de los mejores presidentes que ha tenido Inglaterra en toda su historia, significó mucho para mí. Fue una experiencia inolvidable, sin duda una de las mejores de mi carrera.

—Usted es uno de los actores más admirados por las nuevas generaciones.

—Una de las lecciones que aprendí cuando yo iba al cine de joven, y admiraba a Peter O’Toole, Peter Sellers o Alec Guinness, es que todos somos eslabones de una cadena. Ellos eran mis héroes y las nuevas generaciones necesitan los suyos.

—Va camino de ganar su segundo Oscar en tres años...

—Al retratar personajes estudias inseguridades y miedos, sentimientos que surgen de las buenas intenciones. Busco papeles cargados de ambigüedad, pero me abstengo de juzgar a las personas que interpreto porque quiero dar a todo el mundo el beneficio de la duda y considerar sus motivos. Como artista, trato de no editarme, de no adivinar al personaje, aunque ese pequeño demonio intente colarse.

—Tiende a interpretar personajes históricos, hombres reales que dejaron huella ¿Qué le mueve a buscar esos proyectos? —Dios mío, creo que es importante estudiar y aprender de la historia, pero ya no enseñamos historia. Ya nadie sabe nada. Ni los estudiantes de la universidad de hoy en día saben nada. No tenemos ni idea de nuestra historia. Los hombres que han vivido circunstancias extraordinarias, me fascinan. Creo que todos deberíamos aprender de ello.

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