La infanta Elena ha acompañado a Marichalar desde su ingreso
La crisis sufrida por el duque de Lugo hizo que, durante el periodo más crítico, estuviera afectado por la inmovilidad de la parte izquierda de su cuerpo. Entonces llegó a perder la facultad del habla, si bien no necesitó terapia de foniatría debido a su favorable evolución. Sí que tuvo que hacer ejercicios de rehabilitación, aunque su recuperación fue más rápida de lo que se esperaba. La Infanta Elena acompaña desde primera hora de la tarde de ayer a su esposo, Jaime de Marichalar, en el Hospital Gregorio Marañón, donde se encuentra ingresado tras sentirse indispuesto la noche del sábado en el transcurso de un vuelo que le trasladaba a París. La Infanta había abandonado el centro hospitalario a las 01.30 horas para ir a casa después de haber acompañado al Duque de Lugo desde su ingreso, pasadas las diez de la noche. Según un portavoz del Palacio de la Zarzuela, Jaime de Marichalar se encuentra consciente, sigue en observación y, de no producirse incidencias, podrá abandonar el hospital «próximamente». Los médicos que atienden al duque de Lugo consideran que ha sufrido una «crisis aislada» relacionada con el infarto cerebral que padeció en diciembre pasado, por el que estuvo ingresado en el mismo hospital.