«Nunca existirán dos seres iguales»

Premio Príncipe de Asturias de Investigación 1990, Santiago Grisolía continúa siendo, a sus 79 años, todo un referente en el mundo científico español. Discípulo de Severo Ochoa, este valenciano mantiene una envidiable actividad intelectual rodeado de «un plantel de jóvenes brillantes como nunca ha tenido España» y para quienes pide apoyo estatal que permita a nuestro país competir con el resto del mundo. Asegura que enfermedades como el Alzheimer o la diabetes son las que antes se controlarán gracias a la ciencia. Y subraya: «los españoles se equivocan al querer ser en la ciencia cabeza de ratón y no cola de león». -Las inversiones de España en investigación siguen muy lejos del ideal, ¿Estamos en peligro de perder el llamado tren de la ciencia? -El peligro existe, pero afortunadamente en España existe un plantel joven muy brillante como nunca lo ha habido y si se les ayuda lo suficiente, que lo merecen, podremos luchar como se debe para no perder ese tren. -¿Cuál es la forma correcta de invertir en la investigación? -Las personas son lo más importante y por ello acostumbro a decir que se debe invertir en el siguiente orden: la gente, los equipos y los edificios. Generalmente ocurre lo contrario, aunque con unas buenas condiciones los resultados serán mejores. -Ha asegurado en diferentes ocasiones que los científicos españoles ocupan un lugar privilegiado en el panorama internacional. ¿Dónde destacamos más? -Sí, la ciencia española es bastante buena y destaca en algunas áreas como las matemáticas o la química y la biología molecular. -Sin embargo, ¿necesitamos todavía un fuerte empuje? -Claro, hay que dar a la ciencia un empuje muy fuerte. Yo tenía grandes esperanzas con el nuevo ministerio de Ciencia y Tecnología, al que personalmente he insistido bastante para seguir avanzando en este campo. Pero tanto yo como la mayoría de las personas estamos bastante preocupados con este Ministerio porque no funciona muy bien. Esperemos que las cosas mejoren, nunca hay que perder la esperanza. -Si miramos hacia atrás, ¿España ha avanzado lo suficiente en el ámbito científico? -Se ha producido un cambio muy grande en la ciencia y en España hemos avanzado mucho, pero cuando lo comparamos con otros países no podemos competir y se debe mantener un ritmo acelerado. Los grupos científicos españoles son de 1,7 personas. Hoy en día no se puede trabajar como en la época de Santiago Ramón y Cajal, que el sólo se bastaba. Necesitamos agruparnos para competir internacionalmente. Los españoles tenemos el defecto de querer ser siempre cabeza de ratón en vez de cola de león, y en la ciencia esto no funciona. -Respecto a la clonación , le sorprende la falta de ética de algunos científicos? -No hay que confundir la religión y la ética. Se habla de aspectos éticos y son dos campos que no se deben mezclar. Lo importante es evitar hacer y decir tonterías como la clonación de los seres humanos. Las religiones han asumido muy bien la idea de vivir para siempre y aunque llegase la tecnología adecuada podrías obtener una persona muy parecida a tí pero no es la misma, en su cabeza no tendría lo mismo. Nunca existirán dos seres iguales. -¿Cuál es el futuro científico? -Los avances son enormes y van a ser cada vez más. Llegaremos a una medicina individualizada: los productos se estudian en función a una población pero hay personas que muestran una mayor o menor sensibilidad para ese producto. Nos daremos cuenta que las variaciones genómicas van a condicionar la Medicina. -¿Qé es lo que más destacaría de Severo Ochoa? -Su respeto por los demás y su capacidad liberal. Se puede destacar de Severo Ochoa tres aspectos: su amor por la ciencia, su amor por su esposa, y que era un gran liberal.