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Un estudio de la FAD advierte del riesgo de la sobreexposición de los adolescentes a estos contenidos

Los videojuegos reflejan conductas machistas, racistas e intolerantes

Los videojuegos no fomentan la violencia pero sí reflejan cierta tolerancia con conductas indeseables como el machismo, el racismo, la intolera

Unos niños aprovehan para jugar con los videojuegos durante la Feria del Ajo en Santa Marina del Rey

Publicado por
Arantxa Pradenos - MADRID.
León

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Eusebio Mejías, director técnico de la FAD admitía ayer que sería aventurado dibujar una relación causa-efecto entre la afición intensa a los videojuegos y comportamientos violentos o agresivos entre los jóvenes. Lo que sí está claro a la luz de los contenidos de la mayoría de los juegos de ordenador es que a menudo «banalizan conductas machistas, racistas, intolerantes...», explica. Sus tramas, protagonistas, héroes y villanos traslucen una cierta «permisividad» con este tipo de comportamientos indeseables, y degradan así el clima ético de la diversión, exponían ayer los responsables de la FAD en la presentación del estudio, elaborado en colaboración con el Instituto de la Juventud (Injueve) y la Obra Social de Caja Madrid. También queda claro que el de los videojuegos es un mundo «masculino», hecho por y para varones. Los chicos, de hecho, juegan el doble que las jóvenes españolas, un 73% frente a un 43,4% entre los 14 y los 18 años. Y del apenas 4,8% que no ha «catado» la videoconsola o el ordenador para uso recreativo, casi el 80% son chicas. Esto hace que el mercado se organice para atender la demanda masculina, sus gustos y preferencias, lo que mantiene alejada a la usuaria media, con una única excepción, los llamados «juegos de plataforma», que retan a superar a base de habilidad los obstáculos de un recorrido. De las 3.000 entrevistas a adolescentes que dan cuerpo al informe surgen otras conclusiones. Abuso Uno de cada cuatro chavales (25%) juega a diario o casi. Aproximadamente el 15% de los jugadores le dedica unas dos horas cada día laborable, y más del 26% se engancha los días festivos. Aunque el 70% juega en casa (sólo el 12% acude a cibersalas o salones de juego), no es una actividad del todo solitaria; el 60% juega acompañado o en presencia de amigos. La edad de inicio en España es de 12 años, antes incluso, y la mayor frecuencia de juego se produce entre los 14 y los 15 años. Se detecta un importante «núcleo duro» de jugadores a partir de los 18 años, que participa más activamente de su afición, interviene en foros, compra revistas, etc. y, en suma gasta más.