Los expertos aseguran que la vacuna contra el VIH tardará todavía en llegar pero piden no cesar en el esfuerzo
La ONU exige a los países ricos que se involucren para acabar con el sida
Más de 14.000 delegados de todo el mundo, expertos sobre el sida, así como representantes de Ong y entidades internacionales se darán
El Palau San Jordi de la ciudad catalana se convertirá hasta el viernes en el foro de debate de expertos y delegados de todo el mundo, que tratarán de buscar soluciones a una enfermedad que afecta a cerca de 498 millones de personas, según las estimaciones de la ONU. Diversas personalidades de todo el mundo se han dado cita en Barcelona. Así, acudieron a la inauguración la Infanta Elena, la ministra de Sanidad del Gobierno español, el presidente de la Generalitat catalana, Jordi Pujol, y el director ejecutivo de Onusida, Peter Piot, entre otros muchos. Piot recalcó la importancia de la cita, pues «hay más líderes políticos que nunca y en los países pobres aún queda mucho por hacer», y lanzó un mensaje a los países ricos para que actúen, porque, según dijo, aunque en los últimos años se han hecho muchos progresos, «mucho de lo que se ha dicho no se ha cumplido» Ayuda de los países ricos En este sentido, recordó que el Fondo Global para la lucha contra el sida, en el que los países se comprometieron a aportar 10.000 millones de euros, sólo dispone de 2.800 millones. «Falta una acción política decidida, sobre todo de los países ricos, de sus gobiernos y también de la sociedad», aseguró Piot. Por otra parte, el investigador francés Luc Montagnier, uno de los descubridores del virus del sida, se mostró pesimista ayer en Barcelona ante la próxima aparición de una vacuna contra el virus, aunque estimó que si se logra una «importante y real» movilización política se podrá frenar la rápida expansión de la epidemia, «porque hay soluciones». Para este investigador, uno de los primeros objetivos de la lucha contra el VIH es hacer accesibles a los pacientes de los países pobres el tratamiento contra la enfermedad. «Creo que hay voluntad política para combatir la epidemia», aseguró Montagnier, que citó el ejemplo de Senegal «donde se han hecho muchas cosas y donde la prevalencia de la enfermedad es mucho menor que en otros países de Africa». Y es que en los países pobres los seropositivos tienen muchas dificultades para acceder a tratamientos contra el sida. De hecho, tan sólo un 0,6% de los más de 38 millones de contagiados en estas regiones reciben tratamiento contra la enfermedad