Un nuevo fármaco facilita el tratamiento de los enfermos de sida

Eliminar seis pastillas de golpe es un auténtico alivio para los enfermos de sida del primer mundo. Y esto lo podrán hacer pronto los españoles, puesto que el Ministerio ha aprobado un medicamento -Viread- tan potente que equivale a cinco o seis pastillas, según los casos. Este nuevo fármaco, debe tomarse una sola vez al día en comprimidos y, según se destacó en el día de ayer en la conferencia sobre el sida en Barcelona, es menos tóxico que los comercializados hasta ahora. Por eso, aunque tiene que administrarse junto con otros medicamentos, hará que más pacientes sigan el tratamiento sin abandonarlo, algo que sucede con frecuencia. En la Conferencia Internacional del sida, la sombra de la soñada vacuna sigue pululando a pesar de que los científicos allí reunidos han insistido en que no será hasta la próxima década cuando podrá ser comercializada alguna. Líneas de investigación Robert Gallo, un hombre todo carisma, centró ayer su ponencia en las principales líneas de investigación, entre ellas, la vacuna. Después de su habitual discusión con parte de la concurrencia, los fotógrafos en esta ocasión, destacó que el Instituto de Virología Humana de Baltimore, en el que trabaja este científico, está desarrollando la que puede ser la primera vacuna experimental que puede utilizarse en la lucha contra cualquier tipo de VIH. Esta vacuna, que sólo se ha usado en monos con virus extraídos de humanos, impede que el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) mute. El gobierno de Tailandia también anunció ayer que han comenzado a realizar pruebas con una vacuna que evita la infección, pero que sólo se espera que funcione para un tipo concreto del virus VIH. En este país asiático los sistemas actuales de prevención han permitido que el número de nuevos infectados anuales cayera de 143.000 en 1991 a 25.000 el pasado año, aunque las cifras siguen siendo alarmantes. Sin embargo, las llamadas vacunas terapéuticas son las más investigadas. Como ha señalado el doctor José María Gatell, co-organizador de la Conferencia Internacional del sida, estas vacunas se aplican junto con otros fármacos a personas ya infectadas y permiten que, a diferencia de lo que sucede ahora, los enfermos infectados con el VIH puedan dejar de tomar medicación en algún momento de su vida.