Historia sobre la envidia

La infancia de Natalia no es como la del resto de los niños, por lo menos de los que ella conoce. Todos los días tiene que ayudar a su madre a cuidar de su hermana enferma, una niña que con su actitud de resignación y entrega convertirá uno de sus sueños en la auténtica meta de Natalia: conocer el amor. Cuando muere, su madre envía a Natalia a pasar el verano a la casa familiar en el campo junto a sus primos Roberto e Irlanda, en un intento por protegerla de la tristeza. Así comienza Irlanda, la novela de la joven escritora bilbaína Espido Freire que Diario de León entregará mañana por 2,40 euros más el precio del periódico. El lector dispone de plazo hasta el domingo para obtener el libro en su establecimiento habitual. Y la historia continúa por vericuetos cada vez más ocultos y oscuros: con Natalia, Irlanda y Roberto está Gabriel, un amigo de su primo, y un par de chicas del mismo colegio de Irlanda. A Natalia no le pasa desapercibida la actuación sumisa de las chicas para con su prima. Irlanda es como una princesa; lo sabe todo, lo puede todo, llegará más lejos que nadie, estará por encima de los demás y será inalcanzable sólo con desearlo. Natalia se mira en sus ojos y no le gusta lo que ve. Ella es poca cosa, tiene aficiones poco comunes en las adolescentes y carece de experiencia. Por eso no sabe si odiar o amar a su prima, y oscila peligrosamente entre ambos sentimientos. En sus recuerdos infantiles Irlanda es mala, en el relato de la Irlanda actual sólo parece una jovencita consentida. Hay una especie de confusión donde se deja de saber quién tiene razón: Natalia o el lector. El final del verano coincide con el clímax de la difícilmente sostenible relación, y Natalia, a su manera, explotará. Trayectoria relámpago Espido Freire (Bilbao, 1974) es autora de varias novelas y relatos de gran aceptación, tanto por parte del público como de la crítica. Es además la ganadora más joven del Premio Planeta y una de las escritoras más prometedoras de la narrativa hispánica. De padres gallegos, entró en contacto con la música ya de muy niña, especialmente con la antigua. Durante la adolescencia, y gracias a sus estudios de canto, pudo visitar diversos países europeos. A los dieciocho años relega su carrera musical a un segundo plano y comienza a estudiar Filología Inglesa en la Universidad de Deusto. Publica su primera novela, Irlanda, en 1998, año en que publica dos relatos, uno de ellos en la antología de cuentos de escritoras Vidas de mujer. Colabora como columnista en periódicos como en las ediciones vascas de La Razón y El País y en revistas como Leer, Tiempo y Jano. En 1999 publica su segunda novela, Donde siempre es octubre, y obtiene el Premio Planeta con Melocotones helados. Esta obra ha sido traducida al alemán, francés, turco y portugués.