Millones de polacos esperan la llegada del Papa a su tierra natal

Después de su peregrinación anual del día de la Ascensión ante la virgen negra de Czestochowa (sur), miles de polacos retomaron ayer su camino. Deberán recorrer otros 80 kilómetros para recibir al Papa en Cracovia. El Papa no acompañará esta vez la peregrinación de la virgen de Jasna Gora, a la cual se le atribuyen numerosos milagros. Su enfermedad de Párkinson, su artritis dolorosa en la rodilla y las secuelas del atentado frustrado de 1981 han debilitado considerablemente la salud de este hombre de 82 años. Tan pronto llegue de Roma este hoy por la noche, el Sumo Pontífice se dirigirá para guardar reposo al arzobispado de Cracovia, su antigua residencia cuando era arzobispo antes de convertirse en el Papa Juan Pablo II en 1978. Pero a pesar de ello, los fieles polacos acamparán delante del edificio con la esperanza de que el Papa les bendiga, antes de que éste inicie su reposo para cobrar fuerzas, ante la apretada agenda en su país natal. Agenda apretada El sábado por la mañana, Juan Pablo II consagrará la basílica de Lagiewniki, en un barrio de Cracovia, a la «Divina Misericordia». Este edificio blanco, en forma de barco, tiene una torre de 77 metros de alto, que simboliza la edad del Sumo Pontífice cuando éste firmó los planos arquitectónicos del edificio. La religiosa Faustina Kowalska (1905-1938), canonizada en 2000 por haber transmitido un mensaje del Cristo que se le habría aparecido, creó allí un culto dedicado a la misericordia de Dios. Durante la tarde habrá un momento para la política: el Papa se reunirá, por separado, con el presidente polaco, Aleksander Kwasniewski, y con el primer ministro, Leszek Miller. El tema central de estos encuentros será las perspectivas de ingreso de Polonia a la Unión Europea.