El gobierno británico ha instalado líneas de ayuda psicológica para los habitantes de Soham
Continúa el interrogatorio de los dos detenidos por la muerte de las niñas
La policía continuaba ayer interrogando a los dos sospechosos del secuestro y asesinato de las niñas inglesas de 10 años, Holly Wells y Jessica Chapman.
El Gobierno ha instalado además líneas telefónicas de ayuda dirigidas a los 2.100 escolares de la población. Ayer el rotativo londinense The Times indicó que la policía mantuvo bajo vigilancia a Huntley y Carr varios días antes de que se prestaran voluntariamente para su interrogatorio el pasado viernes. Según indicaba este rotativo, la casa de la pareja en las inmediaciones del colegio donde estudiaban las niñas, fue controlada durante las 24 horas del día y vigilados todos los movimientos de la pareja, así como todas las declaraciones que realizaron los detenidos a los medios de comunicación. La policía pudo interceptar una conversación entre Hantley y su novia Carr el viernes por la noche después de que ambos prestaran declaraciones, lo que llevó a su detención unas horas más tarde. La policía tiene de plazo hasta este miércoles para poder retener contra su voluntad a los hasta ahora detenidos. Para ese momento les deberán dejar en libertad o acusarles de la muerte de las dos niñas. Búsqueda de pruebas Una de las funciones que se están llevando a cabo en los laboratorios de Scotland Yard en Lamberth, al sur de Londres y en el hospital de Addenbrooke, en Cambridge, es intentar encontrar vínculos entre los detenidos y las víctimas, rastros de pelos, sangre, piel seca, o semen. Parece que la policía siempre investiga a la última persona o personas que ven con vida a una víctima mortal y en este caso fue Huntley, cuando a eso de las 7,25 de la tarde del 4 de este mes las niñas pasaron por delante de su casa. También ayer The Mirror publicaba unos comentarios de la madre de Carr, Shirley Capp. «Puedo asegurar que mi hija es inocente, no es una asesina y adora a Ian, haría cualquier cosa por él pero jamás algo que hiciera daño a otra persona», indicó la mujer. El primer ministro británico, Tony Blair, está «muy conmocionado», según señaló ayer una portavoz de Downing Street.