Los Quince acuerdan un fondo para la resolución de catástrofes

Por ello, explicó, «hemos invitado a la Comisión Europea a que ponga en marcha el fondo especial para las catástrofes y sobre esta iniciativa los ministros de Exteriores adoptaremos una decisión formal el próximo 30 de septiembre» en Bruselas. «Debemos actuar muy rápidamente con respecto al fondo», declaró en la rueda de prensa el presidente del Ejecutivo comunitario, Romano Prodi, quien expresó su «satisfacción» por el respaldo político alcanzado ayer. El pasado miércoles, la Comisión Europea propuso a los Quince y al Parlamento Europeo la creación de un fondo de ayuda para desastres naturales, tecnológicos y medioambientales, dotado de un mínimo de 500 millones de euros y un máximo de 1.000 millones. Este fondo especial «se destinará a la asistencia en casos de emergencia y será una expresión concreta de la solidaridad europea», según Prodi. «Si el Consejo y el Parlamento Europeo dan su visto bueno, lo que creo será el caso, el fondo podrá convertirse en operativo muy pronto y las sumas podrán utilizarse ya para compensar los daños sufridos por las zonas golpeadas por las recientes inundaciones» en Alemania, Austria, la República Checa y Eslovaquia, indicó el miércoles el presidente de la Comisión. El dinero del fondo se destinará a intervenciones de primera necesidad, como la reconstrucción de infraestructuras y de sectores eléctrico, de transporte, de telecomunicaciones, hídrico, así como de infraestructuras sociales e intervenciones preventivas en puentes y diques que puedan necesitarlo. Según el máximo responsable de la Comisión Europea, ese fondo podrá empezar a ser operativo dentro del marco de las actuales perspectivas financieras de la Unión. El fondo figurará en una línea presupuestaria particular y se destinará tanto a los países miembros de la UE como a las naciones que negocian su adhesión a la Unión. Tranquilidad en China La crecida del Yangtsé, que tuvo esta semana en vilo a los cientos de millones de personas que residen en su cuenca, ha desembocado ya en el mar, por lo que el país respira tranquilo. Los habitantes de las provincias del curso medio (Hubei, Anhui, Hunan, Jiangxi) quedaron aliviados al comprobar que no se han repetido las catastróficas inundaciones de 1998, pese a que los niveles de agua del río han sido similares. Los responsables del Centro de Control de Inundaciones informaron ayer del fin de la alerta, declarando que «lo peor ya ha pasado» y que el nivel del agua en el río Yangtsé está por debajo de las marcas de peligro por primera vez en dos semanas. La populosa ciudad de Nanjing, última por la que pasa el río antes de descargar sus aguas en el Mar de China Oriental, fue la última de las urbes que tuvo que esperar con los dedos cruzados la llegada de la crecida, después de que lo hicieran también durante esta semana localidades como Wuhan o Jiujiang. Los niveles de las aguas en Nanjing alcanzaron los nueve metros, medio metro más que el nivel considerado peligroso, pero los funcionarios municipales señalaron que la cantidad de agua era «manejable» y no iba a subir por encima de esa cota. En el año 1998, cuando las inundaciones del Yangtsé causaron la muerte de más de 4.000 personas, el nivel de las aguas a su paso por Nanjing alcanzó los 10 metros. Los meteorólogos creían que la situación podría verse agravada por lluvias torrenciales traídas a la costa por el tifón Rusa.