Apocalipsis

Corren vientos de inquietud por entre los números negros y rojos del calendario. Las líneas de la mano del mundo surcan territorios, valles y colinas, sembrados de incógnitas. Nubarrones cargados de oscuridad ciernen casi todos los cielos conocidos. Los que lo tienen todo más claro son los miembros de la secta Neo-Faro que, en un palacete de Nantes, esperan la llegada del Apocalipsis, tras haber tenido su jefe y maestro, Arnaud Mussy, la correspondiente visión, en su condición de «reencarnación de Jesucristo». El «nuevo Jesús» tiene 36 años y, tras crear la asociación Neo-Faro el pasado año, inspirándose por una parte en las enseñanzas de su «Juan Bautista», otro visionario que murió hace unos años, llamado André Bouguenec, cuyos adeptos se agrupaban en la secta Faro-Este y, por otra, en la película «Matrix», cuyo héroe, como recordarán los que la vieron, encarnado por Keanu Reeves, respondía al nombre de «Neo». Mussy, acompañado por su hermano gemelo, Olivier, por la mujer de su padre, Verónica, y por tres discípulos que permanecen fieles a su palabra, aguarda con tranquilidad alcanzar la fecha clave del 24 de octubre, el día del fin del mundo. Lo cierto es que Mussy ya cometió un error al predecir inicialmente el Apocalipsis, y eso ha reducido de forma notable su crédito profético. Al parecer, desde el 11 de septiembre de 2001, después de haber visto, según todos los indicios, la espectacular y terrible masacre de las Torres Gemelas neoyorquinas, comenzó a señalar febrero de este año como tiempo propicio para el fin del mundo. Los ''neo-farianos'' hicieron acopio de alimentos y esperaron a que comenzaran a sonar las trompetas. Estuvieron esperando hasta el 14 de julio, fiesta nacional francesa, sin más apocalipsis que los habituales de los fines de semana y, entonces, otro hermano de Arnaud, acusado de ser responsable del fallido advenimiento de la gran catástrofe, por no rezar lo suficiente, no soportó la tensión y se suicidó arrojándose bajo las ruedas de un automóvil. Los seis neo-farianos aguardan, ante el escepticismo de la asociación policial de lucha contra las sectas, la festividad de San Antonio María Claret preparándose para el Juicio Final. Y su único pesar debe de ser que no podremos ver la segunda parte de ''Matrix''.