PSOE pide que se autorice la reproducción con óvulos congelados

Los socialistas recuerdan que la vigente Ley de Reproducción Asistida (1988) prohibe en su artículo 11 la crioconservación de óvulos con fines de reproducción asistida «en tanto no haya suficientes garantías sobre la viabilidad de los óvulos después de su descongelación». Eran otros tiempos, y en estos quince años la ciencia reproductiva ha dado saltos hacia delante espectaculares que obligan a una puesta al día jurídica también en España. De momento, sin embargo, el procedimiento no está autorizado y a la Clínica Cefer, donde nació María y se han logrado otros cuatro embarazos en curso con el mismo método, le ha sido abierto un expediente sancionador que puede acabar en una multa de hasta 600.000 euros. En su iniciativa, el PSOE reclama las oportunas modificaciones normativas para facilitar el uso de óvulos congelados en procesos de fecundación artificial «previo consentimiento informado y con un control estricto de las Administraciones Públicas competentes». En rueda de prensa, la portavoz socialista del área de Sanidad, Matilde Valentín, subrayó un doble beneficio de ampliar el paraguas legal a estas nuevas técnicas. Por un lado, se beneficiarían de las mismas aquellas mujeres en riesgo de perder su capacidad ovulatoria. Éstas podrían congelar sus ovocitos mientras les sea posible a la espera de una ulterior fecundación in vitro. Por otro, porque validar esta técnica permitiría, según los casos, conservar óvulos en lugar de tener necesariamente que generar embriones para procesos de reproducción asistida, y reduciría en buena medida el número de sobrantes que engrosan el stock de óvulos congelados de todas las clínicas especializadas. Intolerancia Los socialistas da por sentado que el Gobierno y el PP rechazarán su petición, a la vista del giro conservador en cuestiones de bioética puesto en evidencia por la nueva ministra de Sanidad. En su reciente comparecencia ante el Congreso, Ana Pastor cerró las escasas puertas que su antecesora, Celia Villalobos, mantenía entornadas en materia de clonación terapéutica, investigación con embriones o adecuación de la obsoleta Ley de Reproducción Asistida. Pastor llegó a llamar «irresponsables» a defienden las reconocidas posibilidades curativas de las células madre embrionarias «ocultando sus riesgos» y sentó cátedra sobre materias biotecnológicas en las que ni siquiera la comunidad científica internacional tiene certezas. Eso demuestra, a juicio del portavoz del PSOE en la Comisión de Ciencia y Tecnología, Jaime Lissavetzky, la «intolerancia» de la ministra y, por ende, de Aznar. El portazo de Sanidad cierra a la vez las expectativas de enfermos de afecciones degenerativas -parkinson, alzheimer, etc- o crónicas como la diabetes y otras-, y aborta prometedoras líneas de investigación españolas punteras en el mundo.