Polémica por la técnica y las células madre

Las cosas han cambiado mucho en estos quince años desde que se promu,gó la ley de reproducción asistida en 1988 y la Clínica Cefer de Barcelona anunciaba este mismo mes el alumbramiento de una niña, María, y otros cuatro embarazos en curso por este mismo procedimiento. El anuncio motivó la apertura de un expediente sancionador al centro médico -que podría acabar en una multa de 600.000 euros- por experimentar con este método sin los preceptivos permisos administrativos. La actual normativa prevé el almacenamiento de óvulos durante un plazo de cinco años, pero no especifica qué hacer después con los embriones olvidados por los padres. Precisamente, el PSOE pidió también al Gobierno que legisle para destinar parte de este contingente, aquéllos inviables para fines reproductivos, a la investigación con células madre. El portavoz socialista en la Comisión de Ciencia del Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba, recodaba ayer al ministro Josep Piqué el clamor de la inmensa mayoría de la comunidad científica española, asociaciones de enfermos y de amplios sectores sociales para impulsar así las investigaciones biomédicas en afecciones degenerativas como el alzheimer, parkinson, y otras como la diabetes. En todas ellas, y otros males, las células madre embrionarias han generado amplias expectativas por su polivalencia y capacidad de restaurar órganos dañados. Piqué ratificó sin embargo la negativa a abrir esta vía de investigación.