El suicidio, primera causa de muerte violenta en el mundo en el 2000

Tras el suicidio, el homicidio. El crimen fue la segunda causa de muerte violenta con más de 500.000 casos (199.000 de los cuales con víctimas de entre 10 y 29 años), seguida de los conflictos bélicos, que mataron a 300.000 personas en el 2000. El Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud fue presentado hoy por la directora general de la OMS, Gro Harlem Brundtland, en un acto que contó con la presencia del rey de Bélgica, Alberto II, el primer ministro belga, Guy Verhofstatd, y la comisaria europea de Asuntos Sociales, Anna Diamantopoulou. En el documento, se define la violencia como «uso deliberado o amenaza de uso deliberado de la fuerza física contra uno mismo, contra otra persona o contra un grupo o comunidad, que entraña un alto riesgo de ocasionar un traumatismo, la muerte, un daño moral, una malformación o una carencia» en la victima. Aborda sus consecuencias desde una perspectiva amplia no limitada a los casos donde la víctima resulta mortal. Tasas en Europa del Este Así, en cuanto a la violencia autoaplicada, los expertos de la OMS advierten de que ésta no es sólo la principal causa de muerte violenta, sino además la cuarta causa de muerte en general y la sexta de incapacidad y de daños físicos en personas de entre 15 y 44 años. En el 2000, las tasas de suicidio más elevadas se dieron en Europa del Este, mientras que las menores correspondieron a América Latina y en algunos países asiáticos. Ciertas comunidades aborígenes presentaron cifras excepcionalmente altas, como los inuits de Canadá o los habitantes del Estrecho de Torres en Australia De forma general, el número de suicidios tiende a aumentar con la edad, aunque las tasas absolutas más altas se encuentran en personas menores de 45 años; además, las mujeres se plantean con más frecuencia suicidarse, pero los hombres acaban haciéndolo más a menudo (3 suicidios masculinos, por ciento de las personas que intentan suicidarse acaba consiguiéndolo. Entre los factores que conducen a la autodestrucción, la OMS detecta circunstancias o sucesos particularmente «estresantes» como la pérdida de un ser querido, los conflictos familiares o los problemas legales o laborales. Junto a esto, coexisten factores de carácter individual (alcoholismo, toxicomanía, abusos sexuales en la infancia, aislamiento, problemas psiquiátricos, enfermedades dolorosas,...) con factores de carácter social (alto desempleo, depresión económica, inestabilidad política). Tintes sexuales Por otro lado, el informe de la OMS se detiene de forma particular en la violencia de tintes sexuales. No dispone de datos precisos sobre sus consecuencias mortales, pero asegura que una de cada cuatro mujeres ha sufrido, en un momento u otro de su vida, un ejercicio de violencia sexual por parte de su pareja. La violencia sexual se utiliza como arma de guerra.