Las jefes militares admiten que el Ejército vive un mal momento por falta de personal
La falta de aspirantes a ingresar en las Fuerzas Armadas como soldados profesionales es el principal problema que tienen los Ejércitos españoles. Así lo reconocieron ayer en el Congreso algunos de sus máximos responsables, que utilizaron adjetivos como «delicada» para describir la situación actual. El departamento que dirige Federico Trillo fijó en 86.000 el número de efectivos profesionales que deberá haber en filas a finales del 2003, la misma cifra que situó como objetivo para el año 2002 y que ahora reconoce que no se podrá alcanzar. En la actualidad, el número de soldados y marineros no supera los 74.000. Los responsables militares hicieron estas valoraciones durante una comparecencia ante la comisión de Defensa para explicar los presupuestos del 2003. El jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante Antonio Moreno Barberá, reconoció que la falta de personal afecta a muchas de las unidades de los tres Ejércitos -algunas de primera línea- que, según el alto mando, «no están llenas».